La mañana de este viernes el director local de la Conagua, Salvador Arizmendi Guadarrama, citó a una conferencia de prensa ofrecida en Cancún, para aclarar que lo expresado por el también representante legal de “Real Estate Dragon Mart Cancún”, es falso.
De hecho, la Conagua sugirió a Juan Carlos López, desde el 24 de abril del 2012, realizar los trámites CNA-01-004 y CNA-01-001, que son para Nueva Concesión de Aguas Nacionales Subterráneas y el Permiso de Descarga de Aguas Residuales, respectivamente, autorizados por la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer) e inscritos en el Registro Federal de Trámites y Servicios (RFTS).
Tales trámites permitirían a la Conagua, evaluar y dictaminar la procedencia o improcedencia del proyecto, en términos de disponibilidad de agua para abastecer sus necesidades; sin embargo, la empresa no ha iniciado, a la fecha, esas gestiones.
Autorización estatal, condicionada…
La construcción del proyecto está condicionada a la posesión de factibilidades como la del agua, así como a la construcción de una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, cuya edificación requerirá de una autorización de impacto ambiental, de acuerdo con la autorización emitida por el gobierno de Quintana Roo, a través de su Instituto de Impacto y Riesgo Ambiental (INIRA), el seis de septiembre pasado.
En dicho documento se indica que la instalación y operación de la planta de tratamiento de aguas residuales considerada como parte del proyecto, estará sujeta a la aprobación de la Conagua, según el numeral siete del resolutivo del INIRA, consultado por EL UNIVERSAL.
“Previo al inicio de la etapa constructiva del proyecto, la empresa Real Estate Dragon Mart Cancún, deberá remitir a este Instituto, copia de las autorizaciones de la Conagua, relativas a la concesión de aguas nacionales subterráneas, el tratamiento y descarga de aguas residuales, y el establecimiento de pozos de absorción pluvial”, se lee.
Solicitud rechazada…
El funcionario mostró un documento, correspondiente a la respuesta que dio el 24 de abril del 2012, a la solicitud de factibilidad que le giró, el 17 de ese mismo mes- Rodríguez López.
El directivo, concretamente, le pidió que se le informase si el acuífero que le corresponde al predio “El Tucán”, “cuenta con la disponibilidad de agua suficiente para el uso y volumen que requiere el proyecto”.
La respuesta de la Conagua, fue que la empresa Real Estate Dragon Mart Cancún “por alguna razón” no ofreció ningún dato acerca del proyecto, en qué consiste, ni señala la demanda que requerirá de agua, lo cual hacía imposible conocer sus impactos, necesidades del recurso hídrico y la disponibilidad de éste.
Además “de cualquier forma no es posible acceder a su petición, toda vez que la Ley de Aguas Nacionales, cuya aplicación ejecución y vigilancia corresponden a esta autoridad, no faculta a la misma para otorgar un documento de factibilidad como el que solicita”, se lee en el escrito.
Sin embargo, el director del Dragon Mart Cancún, ha reiterado en diversas declaraciones, que cuenta con la factibilidad de la Conagua, al igual que con la de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
“No hay ninguna autorización. No hay factibilidad, ni concesión, ni nada, por parte de la Conagua”, subrayó el director de la Comisión, quien dijo que en ese mismo oficio le hizo saber a López Rodríguez que cuenta con la posibilidad de obtener la concesión de aguas nacionales y, en su caso, del permiso de descarga de aguas residuales en términos de la Ley de Aguas Nacionales.
Contempla proyecto, espejos de agua…
El proyecto Dragon Mart Cancún consiste en la construcción y operación de un Centro Internacional de Exhibiciones y Venta de mercancías -originalmente provenientes de China y ahora de cualquier país- en una superficie techada de 122 mil metros cuadrados, que albergará a tres mil 040 locales, contratados por empresarios primordialmente extranjeros, pero también nacionales.
Habrá otros 12 locales comerciales distribuidos alrededor de espejos de agua, una plaza cultural de 160 mil metros cuadrados; 20 bodegas autorizadas, con cinco mil metros cuadrados en promedio, cada una y una zona habitacional con 722 viviendas de dos niveles, de 100 y 150 metros cuadrados de construcción, habitadas por los ejecutivos que administrarán los locales rentados. (Fuente: La Verdad de Quintana Roo)