A través de un comunicado, el organismo advirtió que el problema no se encuentra siempre en el monto, sino en el crecimiento desmedido, el grado de compromiso respecto a las participaciones federales y la falta de transparencia y rendición de cuentas en el ejercicio del gasto.
El organismo advierte que en 25% de las entidades federativas el nivel de deuda es tan grande, que ni todos los recursos que reciben de las participaciones federales alcanzarían para liquidarla.
Los casos más graves son los de Coahuila, que para liquidar su deuda necesitaría 3 veces el monto total anual de sus participaciones en ingresos federales; y Quintana Roo, que ocuparía más del doble de sus participaciones para solventar sus obligaciones financieras.
El documento señala que actualmente el monto total de la deuda subnacional es de 406,765 millones de pesos; el vencimiento promedio de la deuda es de 17 años y se enfrenta una tasa de interés promedio del 6.4% anual. Los años de mayor crecimiento de la deuda en estados y municipios fueron 2009, 2010 y 2011, donde casi se duplicó el monto total de las obligaciones financieras estatales.
La deuda de los municipios, detalla el informe, alcanzó el año pasado 43,647 millones de pesos, de los cuales el 50% se concentra en apenas 20 municipios.
La falta de responsabilidad financiera en este orden de gobierno tiene a varios municipios en el Buró de Crédito; impidiéndoles el acceso al financiamiento, dificultándoles con ello, el impulso al desarrollo de sus propias localidades.
¿Qué se puede hacer?
La Coparmex propone revisar la Ley de Coordinación Fiscal que permite el uso de las participaciones federales como garantía para la colocación de créditos.
Las condiciones para acceder a este tipo de financiamiento deben ser revisadas a profundida por los diputados, pues es responsabilidad del Congreso Estatal aprobarlos o no, “se trata que los créditos que piden sean sustentables en el tiempo y sirvan para el desarrollo y nunca para gasto corriente”.
No al rescate.
El organismo manifestó su rechazo ante la posibilidad de un rescate financiero generalizado a gobiernos que sean irresponsables en la colocación y liquidación de los créditos, pues, advierte, se sentaría un precedente negativo que no incentivaría la disciplina fiscal.
Se debe buscar, sostiene, que los estados incrementen su capacidad recaudatoria para que accedan al crédito sólo para financiar proyectos productivos de largo plazo.
No al alza injustificada de impuestos
Los impuestos extraordinarios o los incrementos injustificados de impuestos ya existentes en los estados no son el camino para elevar la capacidad recaudatoria estatal y municipal, porque no brindan certidumbre a los inversionistas y reducen la competitividad de las comunidades, aseguran.
“Antes de pensar en aumentar los impuestos, debemos pensar en reordenar las finanzas recortando gastos innecesarios y revisando la estructura de gastos en prestaciones y en personal”, añade el documento.
En el orden municipal por ejemplo, es posible elevar la recaudación del impuesto Predial haciendo que los municipios participen en programas estatales para la actualización de registros catastrales, elevando las tasas con un umbral de exención suficientemente alto, que permita lograr un esquema progresivo indispensable en un país con enormes desigualdades.
En el plano estatal, la propia OCDE sugiere fortalecer los incentivos de los estados para recaudar más ingresos, limitando las transferencias del gobierno federal y permitiendo a las entidades una mayor retención de sus ingresos marginales.
Mayor transparencia
El papel de la sociedad es fundamental para garantizar la transparencia en la cuentas públicas. A través de la revisión por medio de consejos ciudadanos, los contribuyentes puerden ayudar a revisar que las finanzas estatales y municipales se mantengan en orden y que los préstamos a los que se recurren en el orden local estén justificados y promuevan el desarrollo. (Fuente: El Financiero)