Moscú. Investigadores polares rusos lograron hoy a más de tres mil 400 metros de profundidad la primera muestra de agua congelada aparentemente pura en el lago subglacial antártico Vostok, inaccesible durante millones de años.

El Servicio ruso de Meteorología y Control Ambiental (Roshidromet) confirmó que la muestra cilíndrica del hielo del lago transparente, de dos metros de longitud, fue obtenida este jueves a tres mil 406 metros en el subsuelo.

La nota entregada a la prensa describe que en su interior la muestra presenta un canal vertical lleno de hielo de burbujas de color blanco.

Tras más de treinta años de perforar la superficie del Vostok, ubicado a unos tres mil 768 metros bajo el casquete glacial antártico, investigadores rusos alcanzaron su superficie por primera vez el 5 de febrero de 2012.

Integrantes de la comunidad científica rusa e internacional tenían la esperanza de que las muestras pudieran guardar rastros de microorganismos antiguos.

Pero en los laboratorios se observaron trazas de queroseno y freón, mezcla tecnológica utilizada durante los trabajos de perforación.

El jefe de logística de la expedición antártica rusa, Viascheslav Martiánov, comentó que después de aquella fecha, este es el primer material aparentemente puro obtenido.

Subrayó que todavía es necesario comprobar si sus propiedades físicas son diferentes a las del hielo común, pero aún así, ningún otro laboratorio del planeta puede reproducir las condiciones de una excavación a casi cuatro mil metros.

La fuente anticipó que el barco expedicionario “Académico Fedorov” llevará desde la Antártida en mayo próximo las muestras para su análisis en San Petersburgo.

Con una antigüedad de 35 millones de años y aislado prácticamente de la atmósfera terrestre y de la biosfera durante 15, el ecosistema del lago Vostok ofrece la posibilidad de modelar los cambios naturales que sufrirá el clima en los próximos milenios.

Los investigadores pretenden también buscar explicaciones de cómo diversas formas de vida en la Tierra se adaptaron a condiciones extremas.

Con ese objetivo, científicos soviéticos iniciaron los trabajos de perforación en esta zona en la década de 1970, como parte de un proyecto de estudios peleoclimáticos, sin conocer la existencia del lago, descubierto en 1996 en colaboración con Reino Unido.

El temor a que la tecnología mundial disponible en 1998 no pudiera impedir la contaminación del agua, provocó que a instancias de la comunidad internacional se suspendiera la perforación a partir de ese año.

Una tecnología especial para obtener muestras congeladas sin contaminar el agua del lago fue presentada en 2003 por el Instituto de Minería de San Petersburgo, que resultó aceptada por las naciones signatarias del Tratado Antártico.

Dos años más tarde, se reinició la perforación a gran escala, cuyo resultado vuelve a llenar hoy de esperanzas a la comunidad científica internacional. (Fuente: Prensa Latina)

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