COZUMEL, MX.- Aunque la propia secretaria federal de Turismo recorrió la Marina Fonatur de Cozumel y constató que faltan “sólo detalles” para echarla a funcionar; la puesta en marcha de esta cuantiosa inversión se podría ver obstaculizada por cuestiones legales, pues organizaciones locales de lancheros han interpuesto un amparo para no ser desalojadas de la tradicional Caleta.
No se ha dicho la última palabra en cuanto al futuro de Caleta y la migración de los lancheros a la nueva marina artificial construida por el Fonatur.
Aunque en el papel ya todo está arreglado, desde hace algunos días en la isla se comenta que se ha solicitado un amparo a un juzgado de circuito por parte de la “Asociación de Lancheros y Posesionarios de la Caleta” para que no sean obligados a desalojar la marina natural más famosa de Cozumel, la cual ha sido ya entregada, al menos en el papel, por 20 años en concesión al Hotel Presidente, cuyos dueños dieron a cambio el permiso necesario para abrir la bocana que comunicará la nueva marina con el mar a través de un predio propiedad de la controladora del hotel.
Sin embargo, esa entrega implica el desalojo de decenas de embarcaciones que usan actualmente ese refugio natural y que en su mayoría son lanchas de pescadores y de servicios turísticos, sobre todo de buceo.
A los actuales usuarios de la caleta se les prometió que tendrían acceso directo a una zona de la marina que se dedicaría a recibir a todos los desplazados con precios preferenciales y áreas más adecuadas para hacer su trabajo y atender a los turistas.
Sin embargo, la queja entre los dueños de lanchas es que esa zona supuestamente no se ha determinado aún y afirman que se les quieren aplicar tarifas que están fuera de su alcance.
Estos son algunos de los argumentos de la demanda de amparo que ya han presentado ante las autoridades federales, documento con el que pretenden impedir la entrega de la caleta al hotel que la pretende ya que, dicen, se trata de un paso de servidumbre marítimo y de un refugio natural para las embarcaciones al que no se le puede negar la entrada a nadie.
Además de este problema legal, la marina enfrenta el hecho de que aún está inconclusa, y ya lleva varios años de retraso. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

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