El periodismo no ha quedado ajeno del envilecimiento de la vida política de Quintana Roo, que ha marcado el “gobierno” de Roberto Borge.
Vil es el acoso policiaco a Raymundo Martin, y vil es la infamia contra Sergio Caballero, lanzada desde un periódico subsidiado por el Gobierno del estado.
Hasta ahora, la Procuraduría ha sido sido utilizada contra enemigos políticos del Gobierno del estado y también para encubrir a cómplices del sistema.
Se encarceló a la ex presidenta municipal de Tulum, Edith Mendoza y, al mismo tiempo, la Procuraduría hace como la virgen le habla en el caso del ex Alcalde de Cancún, Gregorio Sánchez, tal como lo hizo con su antecesor y ex socio Carlos Canabal.
Y ahora, también, la Procuraduría es usada contra periodistas.
Raymundo Martin, director de El Crítico, enfrenta el acoso de elementos de la Policía Judicial del Estado, y el allanamiento de sus oficinas.
El periodismo, el verdadero, queda aún más indefenso si se usa a la Procuraduría contra periodistas.
Hasta ahora, el Gobierno de Borge sólo se “había atrevido” a injuriar a periodistas que no bailan al ritmo del pandero de su vocero Rangel Rosado.
Lo ha hecho a través de cuentas falsas de Twitter, ‘trolls’ y hasta de la prensa “formal” escrita.
La última infamia contra un periodista ha sido contra Sergio Caballero, en un periódico llamado La Verdad, que extrañamente lleva siete años en circulación.
Al frente de este periódico está Carlos Canabal, pero se sabe que de propietario pasó a prestanombres.
Carlos Canabal, recordemos, fue el ex Alcalde interino de ‘Chacho’ que se enriqueció, explicablemente, con la venta de usos de suelo a diestra y siniestra.
Y hoy Canabal “es “dueño” de un medio que sin los convenio del Gobierno no sobreviviría
Tras difamar a un periodista, Canabal de inmediato muestra la mano, para decir que ha tirado la piedra.
Pero Canabal es sólo un empleado, socio y cómplice del poder estatal.
Son en Quintana Roo, como diría un veterano periodista cancunense, tiempos de canallas.