Que ya no se sabe si Paul Carrillo busca ser Alcalde Cancún o Rey del Carnaval.
Y es que, como que le ha dado por darle glamour y espectacularidad a sus actos públicos.
El ya no tan joven priista se hace acompañar de una especie de comparsa de jovencitos y jovencitas y llega a mitad de los eventos para aventar besos y abrazos a diestra y siniestra.
Los desplantes de Paul, sin embargo, ya hasta caen mal a los mismos priistas.
A pasos acelerados, el “Divo” Paul se vuelve factor en contra del propio PRI.