Puerto Morelos sufre abandono y desprecio injustamente. Sus atributos son desconocidos por la mayoría de los habitantes de Quintana Roo y minimizados por los políticos, sobre todo de Benito Juárez, municipio al que pertenece.

Hace un lustro la hoy alcaldía era un pueblo de pescadores con 8 mil habitantes y sin promoción, lo cual justificaba el desinterés de quienes invierten y aportan.

Este año, por citar un ejemplo reciente, se solicitó al Cabildo de Benito Juárez 60 millones de pesos para presupuesto, aunque apenas recibirá 20 millones. El 80 por ciento se canaliza a gasto corriente y el restante a infraestructura. Ello, a pesar de que allí captan aproximadamente 150 millones de pesos cada año por los impuestos del predial y la basura, y por el cobro de la Zona Federal Marítimo Terrestre. Es decir, el Ayuntamiento de Cancún le devuelve el uno por ciento. Es de risa.

Ha sido notorio, pues, el apoyo insuficiente del gobierno perredista de Benito Juárez para abatir los innumerables rezagos en diversos materias.

En seguridad pública permanecen dos patrullas –casi siempre circula una– y no más de 10 elementos policiales para velar por los casi 17 mil habitantes asentados en la jurisdicción administrativa (poco más de 3 mil hectáreas), desde Bahía Petempich hasta Punta Maroma, en el límite con Solidaridad.

En el rubro salud la principal preocupación es que no hay médico las 24 horas. Como en la mayoría de las zonas rurales, los ciudadanos tienen “prohibido” enfermarse en fines de semana porque los dos centros de salud resultan insuficientes.

En las colonias Zetina Gasca, 23 de Enero y Pescadores se trabaja apenas en drenaje, faltan banquetas, calles pavimentadas, parques, áreas deportivas y nomenclatura. Por si fuera poco se ignoran las facultades operativas porque el Municipio demoró más de un año en precisarlas, aun cuando el Puerto fue elevado a rango de alcaldía el 15 de junio de 2011.

Las oficinas del alcalde, los concejales y el tesorero son espacios reducidos en los que apenas entran los archivos.

En fin, estos problemas se resuelven con dinero invertido de manera inteligente y transparente, pero, insisto, el recurso está llegando a cuentagotas.

MÁS CUALIDADES QUE PROBLEMAS

Con ese panorama pareciera que sigue siendo un pueblo. Pese a ello, la realidad es diferente.

Su posición es estratégica, entre dos potencias turísticas reconocidas en el mundo: Cancún y Playa del Carmen.

Cuenta ya con 8 mil 500 cuartos hoteleros, parque marino, recinto portuario, jardín botánico, zoológico, parque industrial y la ya famosa Ruta de los Cenotes, la exuberante vía que conecta Puerto Morelos y Leona Vicario, en medio de la selva, donde hay decenas de cenotes, cavernas y ríos subterráneos convertidos en atractivos para quienes optan por el ecoturismo.

Gracias al potencial de la Ruta, empresarios prominentes alzan la voz para exigir mayor promoción de los desarrollos ecoturísticos inmobiliarios, acordes con la naturaleza del lugar y con estricto respeto al medio ambiente.

Son ellos precisamente los que impulsan la aspiración más válida: declararlo decimoprimer municipio.

Además de dichas condiciones, envidiables por sí solas, reclaman una porción más amplia de territorio hacia Benito Juárez, sobre terrenos colindantes con el hotel Moon Palace, un corredor con riquezas incalculables sobre el que podría edificarse a destajo.

Para ello se alían con pioneros, gente con arraigo, exautoridades del Puerto y miembros de la organización “Reivindicación Histórica de Puerto Morelos”, cuyo alegato es que la demarcación permanece relegada producto de funcionarios municipales ineptos, ya que la mayoría de la obra pública fue ordenada por el Gobierno del estado.

Para lograr el objetivo la estrategia de este bloque se basa en buscar la autonomía lo antes posible.

Como Puerto Morelos no tiene representante en el Cabildo de Benito Juárez ni diputado en el Congreso, es la primera meta. Las elecciones del próximo julio serán clave para lograrla, y ya se barajan los nombres de quienes tienen méritos y capacidad para postular a los cargos en juego.

En paralelo, sostienen pláticas con la delegación Leona Vicario, con el objetivo de que, si se incluye en un solo censo a las dos poblaciones, se contabilice los 31mil habitantes exigida por la Ley de Municipios de Quintana Roo.

Según autoridades y empresarios, hay voluntad de Leona Vicario para fusionarse y alcanzar la municipalización, pues también padece los problemas de rezago y abandono, y entre otras cosas comparten la citada Ruta de los Cenotes, convertido en el bondadoso referente común.

Esta es la situación real de Puerto Morelos. Son éxitos que parecían ilusiones hasta hace pocos años, cuando en su territorio se planeaba instalar panteones, rastros y cárceles.

El día que Puerto Morelos concrete la autonomía, promete ser una potencia turística y un municipio rico, cualidades que pocos pueden presumir en el estado. De eso no hay duda.

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