Nadal, que la semana anterior había perdido la final del torneo de Viña del Mar ante el sorprendente Horacio Zeballos, no quiso repetir errores pasados en el partido que decidía el campeón de este Brasil Open.
Su rival, David Nalbandián, también comparecía en la final tras retornar a las pistas hace escasas semanas, debido a problemas físicos que han lastrado su carrera los últimos meses.
El primer set fue claro para el tenista español. El actual número 5 del mundo no dio opciones, y tras un comienzo de partido igualado hasta el 2-2, logró dos breaks seguidos, cerrando la manga por un marcador de 6-2.
En el segundo parcial todo comenzó de forma muy diferente. Nalbandián rompió el servicio de Nadal en el primer juego, ganó con su saque el segundo y volvió a lograr el break en el tercero. Un 0-3 de salida que ponía las cosas muy difíciles para Rafa.
Pero el manacorí reaccionó a la perfección, logró romper el saque de su oponente en las tres siguientes ocasiones y dio la vuelta al set, hasta ganarlo por el 6-3 final.
Así las cosas, Nadal vuelve a conquistar un título, algo que no lograba desde el pasado mes de junio, en Roland Garros 2012, cuando derrotó al serbio Novak Djokovic en la final. (Fuente: El Economista.es)