CHETUMAL, MX.- Más de media tonelada, entre cobre y cable transmisor de energía eléctrica, fueron incautadas en dos recicladoras de metal de la Ribera del Río Hondo, durante un operativo realizado ayer por autoridades de fiscalización, apoyadas por elementos de Seguridad Pública.

En el aseguramiento se encontró material perteneciente a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). Dos establecimientos fueron clausurados por este ilícito, mientras que un taller de motocicletas también fue suspendido por no contar con licencia de funcionamiento.

Este operativo conjunto que realizó la Dirección de Fiscalización, Reglamento y Vía Pública Municipal, la Policía Municipal Preventiva (PMP) y la Policía Judicial del Estado (PJE), se hizo con la finalidad de detectar vehículos con reporte de robo, además de cables y metales robados, pues en días pasados se recibió una demanda por el hurto de estos materiales que dejaron sin energía eléctrica a una comunidad entera.

El dispositivo inició pasadas las once y media horas de ayer lunes en la comunidad de Carlos A. Madrazo, en donde los inspectores verificaron el taller de motocicletas “Don Nacho”, ubicado en la calle 20 de Noviembre, sin número, y en donde el propietario, Ignacio García Frayre, no pudo presentar la licencia de funcionamiento, por lo que se procedió a la clausura de este establecimiento.

En cuestión de minutos los verificadores se dirigieron a la “Recicladora Ucum”, ubicada en la avenida principal hacia el Ingenio San Rafael de Pucté con calle José María de la Vega, Manzana 35, Lote 21, en donde tuvieron a simple vista dos carteles en los que dueños informaban a sus clientes que no compraban cobre, debido a que no fomentaban el robo del mismo. “No compramos cobre, no fomentamos el robo”, aseguraban.

Estas notificaciones a los surtidores de material de ese establecimiento, no impidió que los oficiales realizaran la inspección correspondiente del sitio, en donde se encontraba Guadalupe Reyes Herrera, quien dijo ser la encargada del lugar y quien se mostró nerviosa y no dejaba pasar a los verificadores. Tras varios minutos, luego de que los trabajadores del Ayuntamiento se acreditaron debidamente, la mujer permitió el acceso, por lo que se inició una revisión exhaustiva.

No pasaron ni cinco minutos cuando un agente de la Policía Municipal Preventiva (PMP), alertó de la existencia de cables transmisores de corriente eléctrica de aluminio, que son utilizados por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y los cuales se encontraban en abundancia.

Al sitio, arribó una pareja que dijo ser dueña de este establecimiento, y aseguraron que lo que los oficiales veían no se trataba específicamente de cableado de la CFE, sin embargo minutos después fueron descubiertos más rollos de este material, por lo que se pidió la intervención de un agente del Ministerio Público para que diera fe de los hechos.

Los dueños dijeron llamarse Oscar Bayón Hidalgo y Asia Herrera Ramírez, de 40 y 27 años, respectivamente, quienes dieron el informe de los hechos a su abogado de cabecera, el cual al arribar al sitio recomendó a sus clientes que deberían acceder a lo que ordenaban las autoridades, pues efectivamente habían incurrido en un delito federal.

Después de realizar el pesaje correspondiente, que fue específicamente de cien kilogramos de cable de aluminio de “siete hilos”, se procedió a la clausura del lugar, y aunque el inmueble es uno solo, empero está fraccionado, los dueños del local aseguraron que sólo rentaban una de las dos partes, por lo que no se pudo revisar otro cuarto en el que se presume había resguardado material similar.

El convoy de al menos tres patrullas de la Policía Judicial, tres de la Municipal, uno de agentes ministeriales, y dos de fiscalización, se dirigió a la comunidad de Ramonal, en donde al final arribaron a un establecimiento similar, denominado “Emmanuel”, cuyo propietario de nombre Carlos Vidal Cau Caamal, de 46 años, se mostró en todo momento accesible.

Sin embargo, los oficiales revisaron los pastizales que se encuentran alrededor de esta recicladora, y fue ahí donde descubrieron costales de cableado y metros más sueltos, estaban escondidos entre la maleza, asimismo se ubicaron muros de contención de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), así como dos de las llamadas “cuchillas” que se utilizan en las torres de energía de la CFE.

Al ser cuestionado sobre la situación, el propietario del lugar dijo desconocer cuales son los materiales que no puede adquirir, por lo que se procedió de igual manera a clausurar provisionalmente el sitio.

Cabe mencionar que estos podrán reincorporarse a su funcionamiento en cuanto acudan a realizar los trámites correspondientes en la Dirección de Fiscalización del Ayuntamiento.

Los inspectores se dirigieron a la comunidad de Javier Rojo Gómez, en donde arribaron a un pequeño taller de reciclaje sin nombre, en donde se entrevistaron con el propietario Sergio Torres García, de 62 años, y en donde al verificar no se encontró algún objeto ilícito.

El operativo culminó pasadas las 14 horas, siendo que a todos los propietarios se les recomendó acudir a la Dirección de Fiscalización, en donde podrán gestionar la reapertura de sus locales, mientras que el aseguramiento de cableado y cobre, fue trasladado hasta la dependencia señalada para los trámites conducentes.

Cabe señalar que según indagaciones en el lugar de los hechos, los propietarios de las recicladoras pagan tres pesos por cada kilogramo de fierro, así como 75 pesos por el cobre y 12 pesos por el aluminio.

El primer establecimiento cerrado por esta causa, el cual aseguraba en cartelones que no compraba material ilícito, fue inspeccionado en meses anteriores y también se ubicaron materiales similares en el mismo. (Fuente: Diario de Quintana Roo)

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