CANCÚN, MX.- La Comisión Estatal de Derechos Humanos, CEDH, mediante la Segunda Visitaduria descubrió una zona de segregación dentro de la cárcel de Cancún, por lo cual interpuso una medida precautoria contra las autoridades penales.
Derivado de una investigación de campo, sustentada con visitas a los presos, la comisión detectó que 56 reos de la cárcel permanecían segregados totalmente y aislados en celdas de castigo, donde las autoridades penales sancionaban a presos por diversas infracciones.
Las celdas eran demasiado pequeñas y son conocidas dentro del centro penitenciario como las “jaulas castigo”.
A raíz de esto, la Comisión inició una investigación mediante el expediente CEDH/54/02/2013, donde se detallaba como en esas celdas se violentaban los derechos de 56 reclusos, quienes estaban ahí presuntamente por faltas cometidas al interior del penal.
Sin embargo, dichas faltas o sanciones no estaban sustentadas dentro del marco jurídico que rige a las cárceles en México, por lo cual desde este lunes los reclusos segregados fueron reincorporados a la población carcelaria.
Las celdas de castigo
La primera ocasión que se dio a conocer el tema de las celdas de castigo en la cárcel de Cancún, fue en el mes de abril del 2009, y en realidad no eran utilizadas para la “función” por las que se adecuaron.
En realidad, en ese año la entonces SIEDO –hoy SEIDO- y la Policía Judicial, descubrieron que el área de las celdas de castigo, ubicadas en uno de los edificios de la zona conocida como la “I”, estaba habilitada como habitaciones de hotel.
De estas celdas, fueron sacados Antonio Hernández de la Cruz, Joel Hernández Hidalgo, Guillermo Villa Mendoza, Pedro Ravelo Castro, Iván Herrera Rosado y Carlos Javier Estrada Yam, quienes fueron trasladados a la ciudad de México el 29 de marzo de ese año por su relación con el homicidio del general Mauro Enrique Tello Quiñones.
Posteriormente, las celdas fueron desactivadas como suites de lujo y no quedaron establecidas como de castigo a partir del 2010. Durante los últimos tres años las vejaciones hacia reclusos por distintas faltas, se cometieron justo en esas áreas.
El mejor ejemplo de eso ocurrió el 3 de diciembre pasado, donde 25 presos fueron metidos en las celdas de castigo tras una trifulca desatada por el tepache de tomate que se elaboró en la misma cárcel.
Todo se suscitó después de que un grupo de internos logró elaborar tepache de tomate, lo que causó molestia y envidia entre los demás reclusos y de ahí se desató una batalla campal.
Desde hace dos semanas, y a raíz de denuncias ciudadanas, la Segunda Visitaduria de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, realizó una investigación en la cárcel donde encontró muchas irregularidades en el área de las celdas de castigo.
Ahí, 56 presos estaban segregados del resto de la población carcelaria sin argumentos jurídicos validos y por ello se procedió a emitir la medida precautoria 2/2013 de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y derivada del expediente CEDH/54/02/2013.
Tras solicitar respuesta a las autoridades, el pasado viernes la Comisión logró que los presos segregados fueran reinstalados dentro de la población carcelaria, ya que estaban en condiciones precarias.
En un espacio reducido, los 56 reos vivían todo el día, tenían una botella de litro y medio para asearse y no tenían espacio para más. Tenían que convivir día y noche en una situación por demás deplorable.
Asimismo, las autoridades carcelarias se comprometieron a las siguientes medidas: se creará un protocolo de sanciones para determinar legalmente que los presos vayan a las celdas de castigo. 2 se darán notificaciones a los familiares de los reclusos que vayan a dar a estas celdas. 3 se respetarán las garantías de los reclusos que ingresen a las celdas de castigo. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)
