CANCÚN, MX.- Con mariachi y una emotiva ceremonia, familiares y amigos del fallecido agente del Ministerio Público del Fuero Común, Jaime de la Cruz Radilla, le dieron el último adiós en las instalaciones de la Subprocuraduría de Justicia de la Zona Norte.
Los presentes afirmaron que siempre recordarán al licenciado Radilla como lo que fue, un hombre integro, amigable y de un buen corazón.
Alrededor del mediodía de este sábado, el cuerpo de Jaime de la Cruz Radilla arribó a las instalaciones de la Subprocuraduría de Justicia de la Zona Norte para que sus compañeros de trabajo y familiares pudieran despedirse de él.
En un ataúd color blanco, el cuerpo del licenciado Radilla fue postrado frente al altar a San Judas Tadeo de la Policía Judicial del Estado (PJE), en donde permanecen fotos de agentes ministeriales y judiciales que ya perdieron la vida.
Al lugar, decenas de amigos y familiares el ahora occiso se acercaron para darle el último adiós al agente y así estar presentes en la emotiva misa de cuerpo presente, la cual fue dirigida por el padre Luis Octavio, mismo que con su sermón logró tocar la fibra más sensible de todos los presentes.
Entre lágrimas y sollozos, los presentes se acercaron al féretro para despedirse de Jaime, el cual afirmaron siempre se caracterizó por ser un hombre integro, amigable y de un buen corazón, por lo cual dejaría un fuerte vacío en todos sus seres queridos.
En medio del lugar lleno de recuerdos y dolor, Doña Nicolasa Radilla, madre del ahora occiso, se acercó al féretro para llorar la pérdida de su hijo, por lo cual con ayuda de sus hijas, Marisol y Cristina, dio un último beso al agente ministerial para después respirar postrada frente al ataúd.
Asimismo, Jesús de la Cruz, papá del ahora occiso, se acercó al féretro para desearle buen viaje mientras que con abrazos y caricias intentaba consolar a sus nietos, quienes aún incrédulos observaban el último adiós a su padre, mientras que se preguntaban las razones por las cuales ya no lo verían más.
Para desearle un buen viaje, sus compañeros de trabajo y autoridades de la Subprocuraduría de Justicia de la Zona Norte y PJE, le llevaron mariachi, quienes le cantaron las canciones que más le gustaban mientras todos se preparaban para acompañarlo hasta donde sería su última morada.
Poco después de las tres de la tarde, el cuerpo de Jaime de la Cruz Radilla fue trasladado en medio de un convoy hasta el panteón municipal “Los Olivos”, en donde antes del atardecer fue sepultado bajo una bella lápida.
En todo momento, el cuerpo del agente del Ministerio Público fue acompañado por autoridades de la Subprocuraduría de Justicia del Estado, quienes se mostraron afligidos por el terrible fallecimiento de quien algunos tomaban como buen amigo. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)
Antes de ser consignada ante un juez penal por el delito de homicidio calificado, López Morfín derramó algunas lágrimas al percatarse que pasaría gran parte de su vida tras las rejas.
Agentes de la Policía Judicial del Estado (PJE) mantienen bajo vigilancia a los dos hijos mayores de la acusada, quienes en diversas ocasiones se vieron en problemas legales e incluso hace un mes lesionaron con arma blanca al ahora occiso.
De acuerdo a representantes de la Subprocuraduría de Justicia de la Zona Norte, la noche de este sábado, Lucía López Morfín, de 34 años de edad y originaria de Tabasco, fue consignada ante un juez penal por el delito de homicidio calificado e ingresada al área de nuevo ingreso de la cárcel pública municipal.
Sin embargo, las autoridades aseveraron que la investigación no se detendría, pues existen indicios que consolidarían una sentencia mayor para la acusada, por lo cual el expediente continúa integrándose.
En este sentido, fuentes al interior de la Policía Judicial aseveraron que además de fortalecer el expediente de la acusada mantendrían bajo la lupa a los hijos mayores de la mujer, los cuales en diversas ocasiones se vieron involucrados en problemas con la justicia por los delitos de robo y ultrajes a la autoridad.
Señalaron que a pesar que hasta el momento se conoce que la mujer actuó sola, no descartan otra versión, pues hace tan sólo un mes uno de los hijos de la acusada atacó al ahora occiso con un picahielo, logrando herirlo en el abdomen sin mayores consecuencias, por lo cual permanecerán bajo investigación.Sádica declaración
En su declaración ministerial, Lucía López Morfín dejó en claro la poca importancia que daba a su familia y relación, pues aseveró estar cansada de que el agente tan sólo tuviera ojos para su otra familia y demás parejas, por lo cual perdió el control en un par de segundos.
Con explícitos detalles y sin remordimiento alguno, López Morfín relató ante el Ministerio Público del Fuero Común el crimen que cometió a sangre fría, el cual perpetró con un cuchillo cebollero de 40 centímetros y un picahielo.
De acuerdo al relato, alrededor de las diez de la noche López Morfín comenzó a pelear con el agente ministerial, el cual decidió no darle dinero para pagar los daños de un choque que la mujer provocó justo el día del asesinato, pues ya estaban platicando sobre su separación.
Señaló que al no obtener el dinero comenzaron a discutir cada vez más fuerte, por lo cual de la Cruz Radilla decidió golpearla en la cara e irse a dormir dejando que hablara sola, lo que le causó coraje y sintió ganas de asesinarlo para vengar cada uno de los maltratos.
Afirmó que esperó por varios minutos hasta que el agente cayó en un profundo sueño, lo que aprovechó para someterlo y desmayarlo con un trapo con cloroformo, sustancia que utilizaba como tratamiento médico especial para su mascota.
Con cinismo, la mujer afirmó que para empezar tomó el cuchillo y se lo clavó en el pecho, a la altura del corazón, para después ceder a la rabia y comenzar a apuñalarlo por todo el cuerpo, sólo pensando en todas las veces que le falló.
Tras cometer el ilícito y obsérvalo sin vida, comenzó a idear estrategias para evitar ser culpada por el homicidio, por lo cual ideó un supuesto robo en el domicilio mientras limpiaba y acomodaba las cosas de tal manera que la historia fuera creíble y resultara libre de los cargos.
Refirió que por tal motivo desordenó sus pertenencias y limpió la sangre de la casa, para después tirar a un área verde los teléfonos celulares de ambos simulando un robo y así acudir con los vecinos a pedir ayuda.
Demostrando frialdad y un trastorno psicológico severo, la mujer aseveró que no se arrepentía, sin embargo, al escuchar que sería encarcelada por el delito grave de homicidio calificado y puesta tras las rejas por más de 10 años, dobló su orgullo y liberó algunas lágrimas. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)