CANCUN, MX.-
Por ello, el brazo armado de este cártel atacó sin piedad y lanzó su violento mensaje de muerte a la cúpula de la directiva taxista, para afianzar y avanzar en su proyecto criminal que consiste en adueñarse de esta zona a manos de la narcocélula de “Los Zetas”.
La irrupción criminal va enfocada a lograr apoderarse de las cerca de 400 unidades vehiculares al servicio de Los Zetas, pues el objetivo directo es obtener el control de los socios concesionarios y operadores de taxis que conforman la estructura criminal que sirve a la delincuencia organizada.
Y de esa manera obtener el beneficio del amplio y cuantioso ingreso de dinero ilícito que representan las actividades delictivas que se realizan a diario en la zona hotelera y en otros puntos de la ciudad, en donde los narcotaxistas son pieza fundamental.
A unas horas de la ejecución múltiple en donde fueron asesinados a balazos 7 hombres, perpetrada en el bar familiar, “La Sirenita” de la Región 233, se sabe que el grupo de taxistas que ahí se encontraban estaba conformado por Francisco de Asís Achach Castro, subsecretario de Conflictos del Sindicato de Taxistas “Andrés Quintana Roo” y que forma parte de la cúpula sindical de la directiva.
Ese ataque dirigido refleja la podredumbre que permea en el gremio sindical, debido a la abierta complicidad de sus directivos que encabeza Heildelbergh Oliver Fabro.
Ese es el motivo que expone y explica la cadena de crímenes que acompañan y rodean al gremio sindical y sin que la directiva de la misma haya actuado, tan solo demuestra una abierta indiferencia cómplice ante las ejecuciones de choferes taxistas, secuestros de hijos de socios concesionarios (propietarios de placas), “levantones”, ente otros graves crímenes.
Todo ello ha encendido una gran “alerta roja” a este centro turístico internacional, como lo es Cancún y la zona norte en su conjunto, a raíz de esta sangrienta masacre, única en su tipo en el Estado.
Así queda marcada la llegada y asentamiento del “Cártel del Golfo” para adueñarse y arrebatar a sangre y fuego de la “narcoplaza” que representa Cancún. Y que incluye a los miembros operativos incrustados en el grupo criminal de “Los Zetas” quienes reciben de forma directa el sangriento mensaje con la ejecución múltiple de 7 víctimas a balazos, al más puro estilo de las ejecuciones que abren paso a una irrupción por parte del crimen organizado, que en este caso es a manos del brazo armado del “Cártel del Golfo”.
Y no hay que olvidar que en días previos, el socio concesionario Francisco Asís Achach Castro, subsecretario de Conflictos “B”, conocido con el apodo de “La Barbie”, y Miguel Díaz Espadas “El Flamas y/o El Micke”, junto con otros directivos fueron amenazados de forma directa. Esas amenazas fueron enviadas para que entienda el mensaje criminal de “afiliarse” y desprenderse de la célula delictiva de “Los Zetas”.
El objetivo criminal es que ya todo está encaminado, que se sumen a las acciones delictivas del “Cártel del Golfo”, y con ello ceder la amplia infraestructura criminal que representan los narcotaxistas y sus vehículos que conforman una amplia red hasta de 400 “narcotaxis”, al servicio del crimen organizado.
Tal y como se ha observado en la serie de acciones delictivas en las que han sido capturados taxistas y sus vehículos en acciones de secuestros, “levantones”, y hasta en ejecuciones, entre otros delitos del crimen organizado.
Muestra de la violenta irrupción del “Cártel del Golfo” es que la ejecución múltiple realizada en el bar “La Sirenita” fue perpetrada cuando menos por un grupo de 5 sicarios, procedentes del Estado de Tamaulipas. Y que forman parte de un grupo violento de 50 miembros del crimen organizado que se han trasladado a Quintana Roo, para reforzar la lucha que lleva a cabo el Cártel del Golfo.
Cuyo ingreso, de acuerdo a reportes federales, fue por vía carretera por la zona de Escárcega, Campeche, pasando por la ciudad de Chetumal, hasta Cancún.
Su presencia obedece al reforzamiento para adueñarse de la plaza, a costa de lo que sea, tal y como lo demostraron con la matanza del jueves.
Con ello este desenlace sangriento que llevó a la muerte a 7 personas y que dejó un saldo de tres personas lesionadas a balazos, confirma una vez más la gravedad de la infiltración del crimen organizado a manos de la narcocélula de “Los Zetas” en el Sindicato de Taxistas “Andrés Quintana Roo”.
Pero lo más grave es que todo ello bajo la mano tolerante de la cúpula sindical que ha permitido, debido a la desmedida ambición de su líder sindical Heilderbegh Oliver Fabro y su grupo, quienes sin medir las consecuencias han tolerado la entrada de de cuantiosos ingresos económicos de procedencia ilícita a la organización sindical.
No revisan ni cuestionan los ingresos que le son otorgados por los mismos socios concesionarios y mucho menos controlan el ingreso de nuevos socios, muchos de ellos de turbio origen que ingresan sin filtros eficaces y adaptados a la conveniencia e interese del grupo de Los Zetas.
Más aún, el ingreso de nuevos socios que compran a discreción placas y más placas, son los principales recolectores de ingresos de oscuro origen, pero sobre todo que ingresan dinero sucio que proceden de las operaciones delictivas de narcotaxis ligados y subordinados al grupo de “Los Zetas”.
Ahí redunda el interés criminal del “Cártel del Golfo”, decidido a apropiarse de la estructura delictiva, conformada por vehículos y choferes, siempre dispuestos a obedecer y garantizar acciones delictivas desde los narcotaxis.
Y que en este caso, sirven de enlace perfecto para concretar la operación para que un grupo criminal se adueñe de la plaza como está dispuesto a concretarlo el “Cártel del Golfo”.
Lo grave ante este turbio panorama es que la gran alerta roja que hoy cubre a Cancún, también es producto del sometimiento criminal, al cual se suman decenas de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública municipal al grupo de “Los Zetas”, grupo rival que se “disputa” la subordinación de elementos policiacos, incrustados en el crimen organizado y que también han sido señalados de participar abiertamente en el narcotráfico.
La gravedad del caso es que hoy por hoy, este violento grupo criminal se ha atrevido a realizar ejecuciones múltiples en centros de diversión y de consumo popular, tal y como quedó demostrado con el mensaje sangriento realizado en el bar familiar “La Sirenita”. Lo cual abre el marco para dar paso a violentos ajustes de cuentas, en centros de diversión y que abundan en esta ciudad, tanto en la zona de hoteles como en la zona centro y en regiones populares, gracias a la complicidad de los cuerpos de seguridad asentados en este importante destino vacacional.
Con el cuadro de violencia que se registra, se genera un latente riesgo tanto para la ciudadanía y al turismo que visita Cancún, más aún que cuando este centro vacacional se encuentra a punto de recibir al flujo de turismo regional y nacional.
Y eso es porque hasta ahora ninguna corporación policiaca ha medido el debilitamiento en materia de seguridad, lo cual provoca que se registre una disputa entre grupo del crimen organizado de la talla del “Cártel del Golfo” y de “Los Zetas”, de ahí que el baño de sangre haya alcanzado a este centro turístico internacional, cuya imagen de seguridad ha sido puesta en riesgo. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)
VENGANZA CONTRA “LOS ZETAS”, UNA DE LAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN
CANCÚN, MX.- Una venganza por seguir sirviendo al cártel de “Los Zetas”, es una de las líneas más fuertes de investigación que sigue la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), en contra del grupo de taxistas que fueron acribillados la tarde del jueves en el restaurant bar familiar “La Sirenita”.
Y es que algunos socios del sindicato de taxistas Andrés Quintana Roo, están plenamente identificados como operadores del crimen organizado, según se desprende de informes extraoficiales de la procuraduría quintanarroense.
Ayer, las autoridades encargadas de investigar la masacre, de manera oficial guardaron un total hermetismo en torno a este hecho.
Un gran silencio es el que imperó hoy en la Subprocuraduría de Justicia en la zona norte, después de los hechos sangrientos registrados la tarde del jueves en el bar “La Sirenita”.
En un hecho sin precedentes, siete personas fueron acribilladas a mansalva con un arma larga de las conocidas como “cuerno de chivo” y tres más resultaron gravemente heridas. Uno de los heridos falleció momentos después en el hospital a consecuencia de la gran cantidad de disparos que recibió.
Lo que varios testigos presenciales han dicho a las autoridades, es que a la llegada del comando de más de cinco hombres que llevaron a cabo el ataque, siempre estuvieron bien coordinados y con conocimiento pleno del lugar donde llevaron a cabo la masacre.
Llama la atención que los testigos presenciales refieren que los sicarios que llevaron a cabo las ejecuciones eran de “aspecto norteño”, y diestros en el manejo de las armas largas y cortas. Inclusive se presume que antes de llevar a cabo la masacre por varios días estuvieron estudiando la zona donde se ubica el bar y sus posibles vías de escape. Ya esperaban la presencia de los ejecutados en el lugar de los hechos, dijeron los testigos presenciales.
Tan es así que el sicario que portaba el arma larga gritó antes de descargar sus ráfagas de cuerno de chivo: “Aquí están estos vergas” -expresión “norteña”- y comenzó a disparar a mansalva en contra de los ahí presentes.
El ataque fue directo hacia la mesa donde se encontraban Francisco de Asís Achach Castro (a) “La Barbie”, Subsecretario “B” de Conflictos del Sindicato de Taxistas “Andrés Quintana Roo”, acompañado de otros taxistas.
Una de las líneas de investigación que se están manejando en este ataque armado, es un ajuste de cuentas por parte del crimen organizado hacia los taxistas, pues todos tenían vínculos con hechos delictivos ligados al grupo de “Los Zetas”. Se dice que ya habían sido advertidos por el cártel del Golfo, de que “se abrieran de Los Zetas panochones si quieren seguir con vida”.
Entre las actividades delictivas en las que se han visto involucrados, se encuentra el robo de vehículos y muchos de éstos han ido a parar al sindicato de taxistas como unidades de servicio de transporte público.
El dueño del bar, identificado como Sebastián Dzul Herrera, siempre ha estado vinculado con los taxistas y al grupo delictivo de “Los Zetas”, y era suegro del también taxista Román Gamboa Arroyo, ejecutado en junio de 2009 en el estacionamiento de la unidad deportiva “Toro Valenzuela”.
Cuando fue interrogado por la Policía Judicial, Dzul Herrera dijo que él se encontraba adentro de la cocina junto a la caja, cuando escuchó los primeros disparos y al asomarse, dijo haber visto al sicario que portaba el arma larga de espaldas a él. Agregó que enseguida se tiró al suelo y le dijo a su personal que también se tirara al suelo, para salvar sus vidas.
“Les pusieron el dedo”
Dentro de las posibles líneas de investigación que sigue la Policía Judicial del Estado (PJE), se encuentra el hecho de que la múltiple ejecución fue planeada al conocerse el lugar preciso donde estarían reunidos los taxistas.
Momentos antes del ataque, todos estaban sentados en la parte de afuera del bar al aire libre, y después se cambiaron a las mesas del interior de la palapa.
Pero Juan Carlos Aguilar Aguilar (a) “El Kisifur” quien también fue “lesionado”, se quedó en la mesa donde estaban previamente y casi al instante, sobrevino el ataque. Él también resultó herido, pero sólo con un disparo en la pierna.
También existe la hipótesis de que el ataque pudo ser perpetrado por integrantes del mismo grupo de “Los Zetas” que ya han pasado a formar parte del cártel del Golfo, en represalia por no haber cumplido con algún acuerdo que ligara al grupo delictivo con el sindicato de taxistas.
Y es que desde hace años, la delincuencia organizada permeó el Sindicato de Taxistas “Andrés Quintana Roo”, logrando convertir al gremio en un semillero de “halcones”, sicarios, extorsionadores y secuestradores al servicio de “Zetas” y otros grupos delictivos. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)