No han pasado ni 20 días de que Gabriel Mendicuti es Secretario de Gobierno y ya fracasó de manera rotunda en esta encomienda.
Para nada el ex Presidente Municipal de Solidaridad ha contribuido en distender la pésima relación del Gobierno del estado con las principales fuerzas opositoras del estado (y del País), que son el PRD y el PAN.
De entrada, ha sido incapaz de llevar a la Mesa de Diálogo a los líderes estatales del PAN y el PRD, y tras este fracaso, optó por una pantomima, con comparsas como el PT, cuyo líder Hernán Villatoro, es un gatillero a sueldo del Gobierno del estado, o como Movimiento Ciudadano antes Convergencia, cuyos principales líderes en la entidad, han sido aliados incondicionales de Mendicuti, por muchos años.
De hecho, Mendicuti carece de la mínima calidad moral, para ser interlocutor con los partidos políticos. En 2012, fue coordinador de campaña en el estado de Enrique Peña Nieto. En aquella ocasión, el PRI sacó del baúl todas sus malas artes y estrenó algunas, como aquella de colocar propaganda tramposa en autobuses de transporte urbano, como ya está ocurriendo nuevamente, pero con la cara de Paul Carrillo.
Pero, además, 2012, se caracterizó especialmente en Quintana Roo por una desenfrenada campaña negra, también dotada de un enorme presupuesto. Esta guerra de lodo, no se redujo a las redes sociales o a libelos, sino también a multitudinarias marchas, nada baratas, por cierto.
Y, en esta guerra sucia de 2012, el arma principal fue la infamia y la vulgaridad.
Y ¿qué se puede esperar del Mendicuti de 2013? Lo mismo, pero recargado.
Mendicuti operó directamente el boicot a la sesión de la asamblea del PRD para la definición de la alianza con el PAN.
Hay pavor por esta alianza del PAN y PRD. Desde hace mucho, se han hecho esfuerzos para evitar esta coalición.
Para la sesión del Consejo Estatal del PRD, no solo estuvieron los cañonazos a la orden día, sino que se dio la orden expresa a todos los notarios de no dar fe de esta asamblea, a fin de buscar su invalidación.
La orden fue emitida en los días previos de la Asamblea, pero a la una de la mañana del domingo, desde la Secretaría de Gobierno fue reiterada esta disposición.
Quizá como operador de guerra sucia, Mendicuti tendría ciertos méritos, pero para ser Secretario de Gobierno, ninguno.