PLAYA DEL CARMEN, MX.- Entre la vida y la muerte se debate un humilde vendedor de frutas y legumbres, quien al desplazarse a bordo de un triciclo fue brutalmente atropellado, al grado de que terminó 80 metros delante de la zona de impacto. Paramédicos de la Cruz Roja Mexicana lo atendieron y trasladaron al Hospital General.

Los hechos ocurrieron a las 13:30 horas, cuando un vendedor de frutas que permanece en calidad de desconocido se desplazaba de Oriente a Poniente en un triciclo color amarillo, en la prolongación de la avenida CTM. Pero escasos metros antes de llegar al fraccionamiento Real Ibiza fue atropellado por Juan Abinadi Mojica Sánchez, de 23 años de edad, originario de Veracruz, quien circulaba en la misma dirección a bordo de un auto volkswagen, tipo Sedán, placas YFB-4747 de Veracruz.

El cuerpo inerte quedo a más de 80 metros del impacto y de acuerdo con los testigos, al momento del impacto éste quedó atorado en el panorámico del auto compacto, el cual lo arrastró hasta terminar entre los matorrales, mientras que en auto terminó fuera de la vía de rodamiento completamente destrozado.

Al ver la magnitud del percance, Mojica Sánchez intentó darse a la fuga escabulléndose entre los curiosos que se arremolinaron en torno al lesionado, pero fue detectado a tiempo y con voz enardecida los testigos le dijeron que mejor se entregara o sería sometido entre todos.

Paramédicos atendieron al lesionado, quien resultó politraumatizado y con traumatismo craneoencefálico severo, pues de sus oídos brotaba abundante sangre.

Visiblemente nervioso, el responsable del percance realizo varias llamadas a sus familiares, arribando minutos después una mujer que únicamente dijo llamarse “Jovita”, quien haciendo gala de influyentismo intentó amedrentar a los elementos de tránsito municipal que realizaban el peritaje.

Finalmente los elementos de Tránsito municipal solicitaron el auxilio de una grúa para sacar de entre el montículo de piedras y matorrales lo que quedó del auto compacto.

Hasta el cierre de esta edición el frutero que se debate entre la vida y la muerte no había sido identificado, pues carecía de documentación en sus bolsillos. (Fuente: Diario de Quintana Roo)

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