Hasta el momento, la Policía Judicial del Estado (PJE) no descarta ninguna línea de investigación, sin embargo, todo indica que la ejecución se trató de un ajuste de cuentas por parte del crimen organizado, pues los sujetos fueron señalados como “chapulines” –vendedores de droga independientes.
Al revisar los antecedentes de ambos jóvenes, los elementos de la Policía Judicial del Estado (PJE) se percataron que “El Rorro” contaba con historial delictivo, pues en tres ocasiones fue detenido por distintos delitos.
De acuerdo al Sistema Plataforma México, “El Rorro” estaba involucrado con la averiguación previa 1250/2012 por robo a casa habitación en flagrancia, en la 1252/2012 por robo a transeúnte con arma blanca y en la 2091/2012 por portación de arma prohibida, delitos por los cuales tan sólo pasó unos meses en la cárcel y recuperó su libertad.
Sin embargo, ésta no fue la misma historia de “El Parra” o “Ñaka-Ñaka”, quien laboraba como elemento de seguridad privada, mismo que tan sólo fue arrestado en una ocasión por pandillerismo, delito menor, por lo que después de cumplir con la sanción que le dictó el juez cívico, recuperó su libertad y permaneció en las calles.
De acuerdo a los vecinos de la zona, los jóvenes dedicados a la seguridad privada y la venta de artesanías, recientemente se habían involucrado con la venta de drogas de forma independiente, mismos que eran frecuentados por los adictos de la zona y quienes también la consumían.
Por tal motivo, los agentes de la Policía Judicial decidieron tomar como principal línea de investigación un ajuste de cuentas por parte del crimen organizado, sin descartar otros posibles móviles.
En este sentido, las autoridades aseveraron que todo se podría tratar por la limpia de la plaza por parte de las células criminales del estado, quienes buscan alinear a “chapulines” para reforzar al grupo, por lo que aquellos que se niegan son ejecutados.
De acuerdo a la Subprocuraduría de Justicia de la Zona Norte, la tarde de este viernes los cuerpos de ambos occisos fueron reclamados por sus familiares, quienes refirieron desconocer el oficio de los difuntos.
Asimismo, señalaron que de acuerdo a la necropsia Rodrigo Bello Figueroa falleció al recibir tres impactos de arma de fuego, uno con entrada en la mejilla izquierda y con salida en región frontal derecha, otro en el pecho del lado izquierdo con salida en espalda, y uno más con entrada y salida en brazo izquierdo.
En cuanto a Alan Yahir Guillermo Parra, refirieron que éste presentaba una herida de arma de fuego con entrada en la cabeza del lado izquierdo con salida del lado derecho, el cual le originó una muerte instantánea. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)