CANCÚN, MX.- Tremendo escándalo ocasionó la actriz de la telenovela “Amores verdaderos”, de Televisa, Diana Goldenberg Jiménez, mejor conocida como Diana Golden, el día de ayer en el Aeropuerto Internacional de Cancún (AIC), en donde elementos de la Policía Federal tuvieron que detenerla y someterla, ya que presuntamente se encontraba en completo estado de ebriedad y por demás agresiva.

La detención se dio alrededor de las 10:00 horas del sábado, cuando la actriz de Televisa le tiró un café caliente a Eduardo Rivera Hernández, supervisor de boletos de la aerolínea Aeroméxico, por lo que de inmediato solicitaron la ayuda de la Policía Federal, ya que dicho café no sólo quemó al trabajador aeroportuario, sino también afectó la computadora y teclado propiedad de la mencionada compañía aérea.

Al trasladar a la “luminaria” a las oficinas de la Policía Federal, ubicadas en la misma terminal aérea –hecho que fue captado en exclusiva por el diario POR ESTO! de Quintana Roo-, la mujer empezó a amenazar a todos los federales y a personas que se encontraban dentro de la comandancia, diciendo que ella es famosa y el único delito que cometió es querer comprar un boleto en la aerolínea Aeroméxico.

“El Ministerio Público me vale madres, yo quiero a mi abogado, no me pueden hacer nada, soy influyente, ustedes son unos pendejos”, eran las palabras que vociferaba la ex Playboy México 2007.

De acuerdo con información proporcionada por el supervisor de boletos de la aerolínea Aeroméxico, la actriz le comentó a la hora de pretender comprar su boleto, que la noche del viernes la asaltaron e intentaron violarla, por lo que presentaba moretones en el brazo derecho. Motivo por el cual optó por dormir en el césped del Aeropuerto Internacional de Cancún.

Así, mientras le explicaba a Eduardo Rivera Hernández sus “aventuras” vividas en esta ciudad, de la nada la mujer se puso histérica y le vació encima el vaso de café, provocando que el líquido mojara la pantalla y el teclado de la computadora de la marca HP, por lo que le estaban pidiendo la cantidad de 4 mil por los daños ocasionados.

“Yo venía con mi café, cuando el comandante, no recuerdo cómo se llama, pero le diré comandante agradable, que es mi único testigo, él me ayudó, él sabe que me tropecé con el café, ese tipo de Aeroméxico sólo miente y quiere sacarme dinero, pero no le voy a dar ni un quinto al baboso ese, le voy a hablar a mi amigo el ‘Pirru’, para que los ponga en su lugar. Yo soy famosa y ustedes no sirven”, gritaba la melodramática Goldenberg Jiménez, originaria de Colombia pero que radica en México desde hace muchos años.

Por su parte el uniformado que detuvo a la señora, indicó que ésta intentó persuadirlo para que no la detuviera, mencionando que le daría dinero apenas cobrara mañana, pero que la dejara libre porque tenía que darle de comer a sus hijos.

Asimismo, Diana Golden se mostró agresiva con la representante de POR ESTO! de Quintana Roo, a quien amenazó diciendo “Si publicas mis fotos, me voy contra ti, deja de tomarme fotos, no eres nadie, te voy a encontrar y me las vas a pagar”.

Cabe señalar que la actriz empezó a tomar fotografías a los federales con su celular, al señor Eduardo Rivera Hernández, supervisor de boletos de la aerolínea Aeroméxico y a quien escribió esta nota, ya que el periódico POR ESTO! fue el único medio que estuvo presente al momento de su detención y traslado por parte de los elementos federales, quienes por cierto, es importante comentar, en todo momento se comportaron respetuosos, pues además fueron policías del grupo femenil quienes la condujeron primero a la base de la corporación y posteriormente al Ministerio Público de la zona hotelera, como bien se explica en otra nota.

Tras sus ataques verbales y en lo que se hacía el oficio en la base de la Policía Federal, llegó el paramédico del Aeropuerto Internacional de Cancún para hacer la revisión de rutina y así verificar que nadie de los que se encontraban en la oficina federal la haya agredido físicamente.

Sin embargo, la mujer empezaba a gritar “que nadie me toque, no quiero que nadie me toque, sólo el médico me puede tocar completamente, no quiero que me toquen, quiero a mi abogado, háblenle a la Asociación Nacional de Actores (ANDA) de Quintana Roo, quiero que le hablen y que no me toquen, no me toquen, sólo el médico puede hacer conmigo lo que quiera”, gritaba de manera alterada la señora, mientras se colgaba del paramédico, quien ni siquiera la tocó. Es importante saber que ninguno de los federales ni el paramédico que la atendió, tocó a la señora.

“No tienen delincuentes, sólo tienen a Diana Golden, son una bola de pendejos, tengo que ir a darle de comer a mis hijos, díganme cuánto les debo para que el lunes que cobre yo les pague, déjenme ir, le tengo miedo a las pistolas, ya no quiero estar aquí, los voy a demandar, no son nadie para tratarme como animal, no quiero que nadie me toque, vayan a Colombia, allá hay muchos delincuentes, dejen de perder el tiempo”, decía una y otra vez la actriz.

Así, durante media hora y como buena actriz, la mujer que interpreta a Gilda Leyva, en la novela de Televisa “Amores verdaderos” que recién se transmite, gritó, cantó, bailó, lloró y se rió de manera exagerada enfrente de los más de 10 elementos federales que se encontraban en el lugar, por lo que al intentar trasladar a la señora a una de las oficinas de los comandantes, ésta se puso agresiva con todos y empezó a tirar golpes y patadas, alcanzado a golpear a quien se encontraba en la oficina, por lo que los federales optaron por esposarla, pero al intentar realizar esa acción, la mujer se tiró al piso y gritaba “mis pobres hijos, tengo que darles de comer, tengo miedo, tengo miedo, tengo mucho miedo, esto es un atropello, no se va a quedar así, ni siquiera me dieron de lunch, me detienen y no me dan de comer, hablando de comer tengo que darle de comer a mis hijos, mi amigo ‘Pirru’ es influyente, él me va a sacar, no pueden hacerme nada, doctor por favor ayúdeme, doctor ayúdeme, quiero al doctor que me puede tocar, ¿dónde está el doctor que me puede tocar?”

De forma desesperada, Diana Golden, al percatarse de que el paramédico ya se había ido, puesto que éste mencionó que la señora se encontraba en un grado de intoxicación etílica muy fuerte, de esta manera la actriz se aventó al piso y siguió golpeando a los federales que intentaban esposarla, luego de cinco minutos de forcejeo, los uniformados lograron finalmente someterla y de esta manera trasladarla a la agencia del Ministerio Público de la Zona Hotelera.

Por Esto! de Quintana Roo, pudo incluso obtener fotografías de su licencia de conducir permanente tipo A expedida el 18 de julio de 2007, precedida de la anterior que tuvo desde el 17 de agosto de 1999, misma que fue entregada por el gobierno del Distrito Federal, cuyo número asignado es el R07293941.

De la misma forma, a su identificación que la acredita como empleada del grupo Televisa. Cabe señalar que en marzo del año pasado la actriz no pudo presentarse a un evento en el Museo del Cubo, en Baja California, ya que abusó del alcohol y hasta quería aventarse de un puente.

Asimismo, el día de ayer una vez más, la adicción al alcohol de Diana Golden la ha llevado a un estado peligroso, pues el estado en el que se encontraba la actriz era lamentable. (Fuente: Texto y fotos Por Esto! de Quintana Roo)

“¡PUES QUE ME ARRESTEN AQUÍ, VOY A ARMAR UN DESMADRE!”

CANCÚN, MX.- “Pues que me arresten aquí, voy a armar un desmadre. Respétenme y tráiganme un café ahorita mismo. El Ministerio Público me vale madres”, eran los gritos que se escuchaban de la actriz melodramática, Diana Goldenberg Jiménez, mientras permanecía ante el Ministerio Público del Fuero Común, ubicado en el kilómetro 12.5 de la zona hotelera, en donde fue acusada por daños y lesiones.
En evidente estado de ebriedad y en el mejor papel que ha representado en su carrera artística, la actriz lanzaba estruendosos gritos a policías, agentes ministeriales y asistentes para que la dejaran libre, mientras se aventaba al piso para llorar, causando una escena digna de un Oscar.
Ante las autoridades arribó José María Fernández, “El Pirru”, quien a toda costa intentó agilizar el proceso de la actriz, pues su amiga y compañera tenía que tomar pastillas para el corazón.
Alrededor de las 10 de la mañana, Diana Goldenberg Jiménez, de 48 años de edad, actriz y conductora colombiana nacionalizada mexicana, arribó a las instalaciones del Ministerio Público del Fuero Común de la zona hotelera custodiada por la Policía Federal, la cual tuvo que ser esposada y sometida, pues a golpes y empujones intentaba evitar a la justicia.
Una vez al interior del Ministerio Público, Goldenberg Jiménez fue recostada en el piso mientras estaba a la espera de ser atendida, en donde pataleando y gritando decía que “el Ministerio Público le valía madres”, por lo que único que quería era un café, a su abogado y al “Pirru”.
Tras algunos minutos, la histérica actriz fue ingresada hasta una oficina de la agencia ministerial, en donde permaneció por más de seis horas, tiempo que utilizó en primera instancia para agredir verbalmente a todas las autoridades presentes.
Desde afuera de la oficina se lograban a escuchar los gritos de lo que parecía ser una mujer con serios problemas mentales, pues mientras exigía explicaciones de porqué existían colombianos malos en Cancún, los cuales no eran arrestados por las autoridades.
Con gritos de desesperación, la actriz de “Amores Verdaderos” exigía un café para tranquilizarse y sus pastillas para el corazón, pues si no se moría en el lugar, seguro iba a “armar un desmadre”.
Minutos más tarde arribó al lugar José María Fernández, “El Pirru”, quien desde que ingresó al Ministerio Público le suplicaba a su compañera y amiga, compostura, pues los medios estaban afuera escuchando todo y la exhibirían, sin embargo, la exaltada actriz refirió que no le importaba pues quería que todos se enteraran que había sido víctima de un grave abuso.
“Ya cálmate Diana, lo más importante ahorita es sacarte de aquí lo antes posible, deja de agredirlos para que puedas salir pronto”, fueron las palabras de “El Pirru”, mientras a los lejos se escuchaba “¡No Pirru, no, yo no he hecho nada!”.
Casi a las cuatro de la tarde, ya recuperada después de un largo sueño y del pago de la fianza por los delitos que se le imputaban, la actriz decidió dar la cara ante los medios de comunicación, en donde con un semblante un tanto descuidado refirió que lo único que había pasado era “que el trabajador de Aeroméxico quería plata”.
“El despachador de Aeroméxico sólo quería plata, pagué cuatro mil pesos por haber dañado una computadora, esos cuatro mil pesos me los gasto en un campo de golf”, refirió la actriz, quien manifestó que no estaba alterada, pero sí muy enojada.
Puntualizó “que no estaba ebria” sino muy enojada por la actitud del trabajador de la aerolínea, por lo que de inmediato le pidió ayuda a su “amigo del corazón”, para arreglar el problema.
En tono sarcástico, la actriz afirmó que regresaría a tomar vacaciones en Cancún, pero exhortó a los turistas para tener cuidado con el café, porque en el aeropuerto estaba muy vetado derramarlo en el aeropuerto.
Para finalizar, Goldenberg Jiménez aseveró que las autoridades quintanarroenses la trataron muy bien, sin hablar sobre el deteriorado estado en el cual se encontraba.
Al pagar los cuatro mil pesos de fianza y pedir perdón, la actriz recuperó su libertad para lograr salir del Estado, claro, con otra aerolínea. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

Comentarios en Facebook