La medicina que el Gobernador Roberto Borge quiere recetar a los cancunenses parece ser peor que la enfermedad.

Según el diagnóstico del Gobernador, con más elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP) se solucionaría los levantones y ejecuciones  de la delincuencia organizada en Cancún.

Pero el diagnóstico parece estar erróneo.

En más de dos años que lleva Carlos Bibiano Villa Castillo como titular de la secretaría estatal de Seguridad Pública (SESP) se ha mantenido  ajeno a Cancún.

Y el trabajo del generalazo se ha reducido a la cárcel, que dicho sea de paso, sigue siendo un polvorín.

De hecho, el General se ha mantenido en el sur del estado, donde su trabajo consiste en detener “fayuqueros” y por cierto, ayer lunes hubo un ejecutado en la ribera del río Hondo.

La medicina de Roberto Borge de mandar más elementos de la PEP, no se ve como la solución en Cancún.

Se necesita una “segunda opinión”.

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