Poco antes de la una de la tarde de ayer martes, inspectores de la Profepa acudieron a la citada gasolinera a notificar la clausura total porque según su dictamen, su operación violenta la normatividad ambiental. Para esta acción se acompañaron de al menos siete elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP).
En esta aplicación, el personal de Profepa inmovilizó las seis bombas de abastecimiento y pusieron sellos de clausura en las puertas de las oficinas administrativas y baños, además de que colocaron cintas para impedir el paso a personas ajenas a las autoridades involucradas en esta problemática. Asimismo, se procedió a suspender el suministro de energía eléctrica y acordonaron completamente el área.
Ante esta situación, el gerente de la gasolinera, Andrés Medina Lagos, se negó a recibir la notificación de clausura porque argumentó que era ilegal dado que Pemex había determinado, con base en pruebas realizadas el fin de semana, que la gasolinera no era responsable del presunto derrame de hidrocarburo.
Posteriormente consideró inconstitucional el actuar de la Profepa, dado que según él no respetó el dictamen pericial de los especialistas de Pemex y enfatizó que desde el viernes pasado las autoridades se han ensañado con Servimar, pues la valoraron sin elementos o pruebas fehacientes, sin considerar el daño que están causando a la empresa. (Fuente: Diario de Quintana Roo)