Que las razones por las que el incendio de Puerto Aventuras se salió de control más allá, mucho más allá, de las condiciones adversas de la naturaleza o alguna falla en la estrategia de combate.
Las razones son aun más graves.
Que hubo una orden de muy, muy arriba aquí en Quintana Roo, de no aplicarse a fondo en el combate del incendio conocido como Tunich Há, el cual ya rebasó las mil hectáreas siniestradas.
De hecho, ya había 10 maquinas dispuestas para realizar las labores de combate y hubo la cotraorden de sólo enviar una.
Y no se trata, de que pretendan “impactar” los terrenos para dentro de unos añitos, o incluso meses, para empezar a construir en el sitio un nuevo desarrollo inmobiliario.
Que esta instrucción de no aplicarse a fondo tiene que ver con la apuesta de que el Gobierno federal envíe recursos del Fonden, por el desastre provocado por este y otros incendios.
Se pretende que este incendio de Puerto Aventuras y otros sirvan para traer dinero fresco del Gobierno federal.
Y que es aún más grave que de estas “instrucciones” están bien enterados mandos del Ejército en el estado.