Se trataba de un hombre moribundo, recostado en una piscina inflable, con una impresionante cortada en la cara y otras lesiones, mismo que pedía ayuda, con las pocas fuerzas que tenía, por lo que la mujer solicitó ayuda a través del número de emergencias 066.
La informante agregó que pudo observar que del asiento del conductor salió un individuo, el cual se internó en una zona de maleza, luego de amenazarla de muerte en caso de que abriese la puerta de su domicilio.
Al lugar acudieron elementos de la Policía Municipal Preventiva y paramédicos de la Unidad de Respuesta a Emergencias Médicas (UREM), mismos que le brindaron los primeros auxilios al lesionado, pero este sujeto ya carecía de signos vitales. Pese a que los rescatistas intentaron reanimarlo, el lesionado falleció; ya que la cortada que tenía en el rostro había alcanzado la arteria yugular y provocando que se desangrara.
El caso fue informado a las autoridades y un grupo de peritos, liderados por un agente del Ministerio Público del Fuero Común arribaron al sitio, el cual acordonaron para recolectar pruebas. Los oficiales notaron que la víctima contaba con su reloj y su billetera, la cual contenía documentos que la identificaron como Martín Leopoldo Cahuich Góngora, de 44 años de edad.
Este habitaba en la colonia Payo obispo 2, se ganaba la vida como conductor de un vehículo de alquiler. La esposa de la víctima también se trasladó a la colonia Pacto Obrero y dijo desconocer el motivo por el que su cónyuge había sido ultimado; sin embargo, las primeras indagatorias apuntan a que el taxista le debía dinero a un narcomenudista menor.
Vecinos de la zona aseguran que Martín Leopoldo Cahuich vendía estupefacientes mientras laboraba y que debía 200 pesos a uno de sus proveedores, pagó que había evadido durante cuatro meses y cuando fue encarado por el narcomenudista le pidió una nueva prórroga, pero fue abatido a machetazos. (Fuente: Diario de Quintana Roo / Foto: Por Esto! de Quintana Roo)