En declaraciones al diario local Noticias voz e imagen de Chiapas, el jerarca católico sostuvo que cuando un niño es abusado sexualmente por un sacerdote “se muere su futuro”. En cambio, enfatizó que cuando una mujer interrumpe su embarazo comete “un asesinato”.
“Entonces, cualitativamente es mucho más grave el aborto, pero cuantitativamente las dos cosas hacen mucho daño y merecen castigo”, dijo a la reportera Itzel Grajales.
El obispo de la capital opinó que los sacerdotes que cometen pederastia no deben ser solapados, sino encarcelados y expulsados de la Iglesia católica.
Entrevistado en la Catedral Metropolitana de San Marcos, el prelado apuntó que los abusos sexuales a menores de edad no son perpetrados únicamente por clérigos: “aquel maestro, político, médico y todo aquel que atenta contra la bondad y libertad de un niño debe ser penado”. (Fuente: Proceso)