La investigación concluye que tres de cada 10 mujeres víctimas de violencia extrema están en peligro de muerte, indicó la coordinadora del Observatorio de Violencia de Género, con sede en la Universidad del Caribe (Unicaribe), Celina Izquierdo.
“De acuerdo con el Sistema Electrónico de Información sobre Violencia (SEIV), de todas las mujeres que viven violencia extrema, el 29 por ciento está en riesgo inminente de muerte, lo que equivale a que tres de cada 10 mujeres está en peligro de ser víctima de un feminicidio”, citó.
En entrevista, la académica subrayó que la cifra podría ser mayor, pues el estudio sólo retrata los casos de aquellas mujeres que se asumieron víctimas de algún tipo o modalidad de violencia y solicitaron ayuda, lo que deja fuera a las mujeres que temen pedir apoyo y cuyas voces permanecen en el silencio.
Las encuestas fueron hechas en los municipios de Benito Juárez, abarcando las delegaciones de Alfredo V. Bonfil y Leona Vicario; Cozumel, Lázaro Cárdenas y su zona maya; la zona continental de Isla Mujeres y Solidaridad, en la zona norte del estado.
En Cancún, las zonas con más casos de violencia fueron las Regiones populares 247, 248, 102, 103, 105, así como las colonias irregulares Avante y Valle Verde.
“Una característica notable y repetitiva en los casos de violencia extrema, es el grado elevado de hacinamiento en el que viven las mujeres”, se subraya en el documento.
El estudio incluye una serie de encuestas practicadas a mil 800 mujeres que viven violencia; se realizó durante el último semestre del 2012 y los datos fueron cruzados con diferentes bases de datos oficiales.
La información se sistematizó y pulió durante marzo; quedó listo en abril pasado y constituye el documento más preciso y sólido en su tipo, hasta ahora realizado en la materia, indicó Izquierdo Sánchez.
“La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH 2011) establece que en Quintana Roo, el 70 por ciento de las mujeres es víctima de violencia. Nosotros encontramos en el estudio que realizamos que el 28 por ciento de las mujeres que viven violencia en la zona norte del estado, son víctimas de violencia extrema”, citó.
Un 84 por ciento de las mujeres que sufren violencia tiene pareja; 14 por ciento, son solteras y dos por ciento, viudas.
Los criterios de riesgo inminente de muerte, es decir, las circunstancias que evidencian altas probabilidades de ser víctimas de feminicidio, hablan de intentos previos de homicidio por parte de la pareja de la víctima y de mujeres sobrevivientes a un evento de lesiones mortales graves.
También se cita en el informe, el tener como pareja a un ex convicto por delito grave como homicidio doloso; una pareja violenta que padezca adicciones, que instigue al suicidio o que pertenezca a algún grupo delincuencial.
La académica precisó que las edades de las mujeres que declararon haber vivido violencia extrema, fluctúan entre los 24 y 36 años, es decir, la edad de mayor productividad y reproductividad de una mujer.
Las entrevistadas tienen en promedio tres hijos, se dedican a las labores domésticas y su grado de escolaridad es básico y medio superior, aunque también las hay profesionistas, con carrera y licenciatura concluida.
La intensidad de violencia que viven fue dividida. Un 28 por ciento padece violencia extrema; un 25 por ciento, violencia grave; un 28 por ciento, de media intensidad y 18 por ciento, de baja.
“En la mayoría de los casos, si no es que en todos, va implícita la violencia sexual, pero pasa que muchas mujeres no asumen que son obligadas a mantener relaciones sexuales forzadas, porque se trata de sus esposos o parejas; sin embargo, son violentadas incluso con objetos”, manifestó la investigadora.
Izquierdo Sánchez manifestó que los niveles de violencia que se viven dentro de los hogares de la zona norte de Quintana Roo, detonan otros fenómenos sociales graves.
La expulsión de menores de edad de sus casas; el riesgo de que se involucren en actividades delictivas o que sean víctimas de tratantes de personas en sus modalidades de tráfico, explotación sexual o laboral, turismo sexual o pornografía.
Añadió que Cancún, pese a la problemática, carece de refugios de alta seguridad y albergues para víctimas de violencia extrema, pues el único que existía era el Centro Integral de Atención a las Mujeres y sus hijos (Ciam-Cancún), fundado por la periodista y activista en Derechos Humanos, Lydia Cacho, en 2001, el cual cerró sus puertas hace un año. (Fuente. Notimex)