Ríos Montt, quien fue condenado a 80 años de prisión por genocidio y otros crímenes de lesa humanidad, anunció que apelará la sentencia.
El jueves, al tomar la palabra por primera vez ante el tribunal, Ríos Montt, de 86 años, se declaró inocente:
“No soy genocida (…) Nunca autoricé, nunca firmé, nunca ordené que se atentara contra una raza, una etnia o una religión. ¡Nunca lo hice!”, dijo Ríos Montt, en el banquillo de los acusados, con su voz áspera y firme, al declarar inocencia en víspera de que se emitiera la sentencia.
Junto a Ríos Montt fue juzgado su jefe de Inteligencia militar, José Rodríguez, quien fue absuelto de los mismos cargos.
La jueza ordenó “el ingreso directamente a prisión”, debido a la gravedad de lo delitos, y dispuso que Rodríguez retornara al Hospital Militar donde es atendido de una operación en la rodilla.
Epoca de horror
Los dos Generales en retiro fueron juzgados desde el pasado 19 de marzo por 15 masacres a manos del Ejército de 1.771 indígenas mayas-ixiles en el departamento de Quiché, en el Norte del país, durante el régimen de hierro de Ríos Montt entre 1982 y 1983.
Bajo el régimen del General Ríos Montt, quien llegó al poder tras encabezar un golpe de Estado en 1982, el Ejército aplicó la llamada política de “tierra arrasada” sobre poblaciones indígenas, a las que acusaba de colaborar con la guerrilla izquierdista, en el contexto de la Guerra Fría.
Durante el juicio, más de cien sobrevivientes de masacres testificaron en contra de los militares y revelaron atrocidades cometidas en sus lejanas poblaciones.
Con los rostros tapados con mantas tejidas de colores, mujeres indígenas relataron horrores, algunas fueron violadas por decenas de soldados hasta perder el conocimiento.
Otro testigo, Julio Velasco, un niño en la época, aseguró haber visto cómo los militares usaban “la cabeza de una anciana como pelota”, en un campamento militar, adonde fue llevado a la fuerza.
El Gobierno de facto de Ríos Montt fue el más sangriento de la guerra civil que sufrió el país de 1960 a 1996 y que dejó 200,000 muertos o desaparecidos, según un informe de la ONU
“Es un show político internacional que va afectar el alma del pueblo guatemalteco, pero nosotros tenemos paz porque nunca derramamos o nos manchamos las manos de sangre de nuestros hermanos”, dijo Ríos Montt en su primera reacción, en medio de un revuelo de periodistas y familiares de víctimas de masacres que gritaban y aplaudían en la abarrotada sala de la Corte Suprema de Justicia.
En tono desafiante, visiblemente molesto, el General retirado, de 86 años, aseguró que los jueces no atendieron la pruebas que según lo exoneran ni el debido proceso.
Un informe de la ONU de 1999, presentado por la Fiscalía en el proceso contra Ríos Montt, documentó 626 masacres -500 en aldeas arrasadas- consignó que hubo “genocidio” y precisó que entre 1978 y 1984 ocurrió el 91% de las violaciones de derechos humanos de la guerra (1960-1996).
Biblia y metralleta
Nacido el 16 de junio de 1926 en Huehuetenango, departamento fronterizo con México, Ríos Montt ingresó a los 18 años al Ejército como policía militar, y a los 20 a la Escuela Politécnica para iniciar su carrera de oficial, hasta llegar a General.
Incursionó en política en 1973 como candidato presidencial de una coalición de centro-izquierda que luego giró radicalmente a la derecha. Según las crónicas de la época ganó esos comicios, pero un fraude dio el triunfo al general Kjell Eugenio Laugerud.
En premio de consuelo fue enviado a España como agregado militar de 1974 a 1977. De familia fervientemente católica -su hermano Mario Ríos Montt es obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Guatemala- renunció al catolicismo al regresar al país y hasta fue pastor de una iglesia protestante.
Fanático evangélico, siempre mencionaba a Dios en sus discursos y mensajes televisivos dominicales vistiendo un traje militar verde, marcadamente moralistas, mientras en el país imperaba la sistemática violación de derechos humanos.
En una ocasión afirmó que el “buen cristiano” era quien se desenvolvía “con la Biblia y la metralleta”. (Fuente: AFP)