El primero de los casos se registró el pasado cinco de enero, cuando un joven de nombre Rogers Christopher Mark, de 21 años, originario de Canadá, murió al caer del segundo piso del hotel Great Parnassus Cancún, ubicado a la altura del kilómetro 17 en la Zona Hotelera.
Aquí, explicaron que el occiso había estado ingiriendo bebidas alcohólicas en un bar, por lo que después de tener un altercado con otro huésped que lo golpeó en la nariz, éste subió al balcón de su cuarto, lo que provocó que resbalara y cayera.
El segundo fue el pasado 27 de abril del año en curso, cuando autoridades de la Policía Judicial del Estado (PJE) recibieron el reporte del cuerpo de una mujer de origen extranjero sin vida, a las 01:00 de la madrugada, en el hotel Aqua, ubicado sobre el boulevard Kukulcán, a la altura del kilómetro 12 de la Zona Hotelera.
La ahora occisa se trataba de Ketlen Fleming, de aproximadamente 40 años de edad, originaria de Los Angeles, California, quien llegó acompañada por un grupo de amigas el jueves 25 de abril.
Agentes del Ministerio Público cuestionaron a su compañera de cuarto, quien declaró que habían estado consumiendo bebidas alcohólicas en un bar, después subieron a la habitación para platicar unos 10 minutos, sin embargo, se quedó dormida, por lo que fueron los representantes del hotel quienes la despertaron para darle la noticia.
Poco después, las amigas de la ahora occisa refirieron que Ketlen intentaba cruzar de un balcón a otro en completo estado de ebriedad, por lo que sin poder evitarlo resbaló y cayó desde el octavo piso.
El tercer caso se registró hace apenas algunos días, el pasado siete de mayo, cuando Sydney Nicole Taylor, de 21 años de edad, cayó del segundo piso del hotel Gran Caribe Real y murió en el acto, en hechos ocurridos a las 05:45 de la madrugada.
Natalie Jane Archibald, de 21 años, amiga de la ahora occisa, refirió que habían estado ingiriendo bebidas alcohólicas en la disco Daddy’O, de donde salieron a las 02:45 horas de la mañana.
Agregó que al retornar al hotel, se subieron a su cuarto, el número 2869, donde ella se recostó en la cama y su amiga estuvo brincando y corriendo por toda la habitación.
Fue cuando la joven se acercó al balcón, donde perdió el control y cayó del segundo piso a una altura de aproximadamente 10 metros, perdiendo la vida casi instantáneamente.
CANCÚN, MX.- En todo un riesgo mortal se han convertido las famosas “barras libres” u “hora feliz” en los bares y discotecas tanto de Cancún como de Playa del Carmen, pues ante la falta de vigilancia de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), el consumo de alcohol adulterado mezclado con otras sustancias e incluso, hielo de éter, representa una verdadera “bomba” mortal para los bebedores.
Y los ejemplos son graves, pues turistas han muerto luego de consumir alcohol en bares y discotecas.
“El solo consumo consecuente de alcohol es dañino para la salud que desde luego también afecta a la vista, el problema es mayor si las bebidas alcohólicas son adulteradas porque provocan al poco tiempo una neuritis óptica tóxica alcohólica”, es decir ceguera temporal señaló el oftalmólogo, Rubén Maldonado Villanueva.
Quien agregó que “desde luego que hay una afectación, tan solo por el consumo del alcohol, una persona que es alcohólica tiene padecimientos y le afecta directamente la vista y si a esto, se le añade que el alcohol es adulterado, es mucho mayor el riesgo”.
De acuerdo a consultas de expertos en oftalmología, una neuropatía óptica se da con más frecuencia por el consumo de productos tóxicos como el alcohol etílico (especialmente si se asocia a tabaquismo y desnutrición), el alcohol metílico (o alcohol de madera, sumamente tóxico para el nervio óptico), algunos metales (plomo, talio) y otras sustancias como el tolueno.
El término neuropatía óptica hace referencia a una lesión o pérdida de funcionalidad en el nervio óptico que puede estar originada por múltiples causas y ocasiona en general perdida de visión y déficit en el campo visual.
Cuando la neuropatía óptica llega a una fase en la que los daños al nervio óptico son irreversibles, se emplea el término de atrofia óptica para describir esta situación. Dado que la atrofia óptica se caracteriza por cambios en el color y estructura de la porción inicial del nervio óptico, puede diagnosticarse al observar el fondo de ojo con un oftalmoscopio.
La atrofia se acompaña de un grado variable de perdida de la capacidad visual que no es posible recuperar.
Y este problema, pueden producirse por ejemplo, por consumo de alcohol metílico. Este tipo de neuropatía óptica puede ser muy grave y conducir a ceguera en un plazo corto de tiempo.
Barra libres: riesgo libre
Así, con este grave problema en la vista y desde luego, a la propia salud, en todo un riesgo se han convertido las famosas “barras libres” u “hora feliz” en los bares y discotecas tanto de Cancún como de Playa del Carmen, pues ante la falta de vigilancia de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) se estaría utilizando alcohol adulterado que mezclado con otras sustancias e incluso, hielo de éter, representa una verdadera “bomba” para el ser humano.
Y es que, para muchas personas lo atractivo es el precio, pues por 300 ó 350 pesos para los locales, y unos 50 dólares para los turistas, de 22:30 horas a las 03:30 de la madrugada, pueden tomar todo lo que quieran de debidas alcohólicas sin que esto les garantice que sea un producto de buena calidad.
“Qué quieren por 350 pesos”, exclama un mesero de uno de los antros de la Zona Hotelera de Cancún, que fue consultado sobre los precios de las barras libres y la calidad del producto que le sirven a los clientes.
“La casa nunca pierde, no hay merma de licores y las copas que se van quedando en las mesas, se vuelven a levantar y se mezclan con otro producto y mayormente sólo se le pinta con refresco de cola para darle presentación”, comentó Miguel N., quien se dedica a la mesereada desde hace tres años en diversos antros.
“En todos es lo mismo, como no hay autoridad que regule esto, las ‘barras libres’ más que representar pérdidas para el dueño del negocio por la gran ‘cantidad’ de bebidas que reparten, todo es ganancia porque como te dije al principio, se hace una mezcolanza de todos los licores y ya los clientes, principalmente extranjeros, ya pedos ni cuenta se dan”, afirmó.
Reconoció que con los clientes locales, hay un poco más de restricción, por lo que la mayoría opta por pedir cervezas, “aunque creen que todas son frescas, estas también se revuelven de una marca con otra y ya fría, ni se siente”.
Consumo de alcohol adulterado, igual a hepatitis química
Para conocer el riesgo que representa para la salud, el consumo de bebidas adulteradas, POR ESTO! de Quintana Roo consultó un médico, y en este caso, fue el doctor Alejandro Montiel, quien comentó que el alcohol etílico de 96 grados, es el que tienen las bebidas alcohólicas, y lo que tienen las bebidas adulteradas es alcohol metílico!
En ese sentido, destacó que “la molécula del alcohol metílico es imposible de metabolizar en el hígado, que es el órgano que se encarga de disociar al alcohol etílico y aunque sufre un poco para poder desdoblarlo y metabolizarlo, después de que ingresa al estómago y absorbido y penetra a la sangre, debe el hígado de transformar el compuesto y hacerlo digerible hasta que sea excretado por los riñones”.
El doctor Alejandro Montiel añadió que una persona que consume alcohol pasa por un estado de embotamiento cerebral, causando alteraciones que se conocen como intoxicación etílica de primero, segundo y tercer grado; y después de algunas horas, eso pasa y se vuelve a la normalidad.
Mientras que en el caso de la persona que consume alcohol adulterado, esto es imposible de degradar porque la molécula no es afectada por la intervención del hígado, y aunque al pasar por ahí lo intenta, no lo logra y así como entró al hígado, lo inflama, pasa por una hepatitis química y cae en insuficiencia hepática.
“Una persona puede morir por esa razón, además se presenta un importante dolor de cabeza o cefalea, gastritis intensa, vómito y esa intoxicación metílica no pasa como con la otra, es decir, la intoxicación es mayor y el paciente cae también en acidosis metabólica hasta fallecer de una falla sistémica múltiple”, afirmó el médico.
Barra libre: peligroso negocio redondo
Quien dejó en claro que quien utiliza para las “barras libres” alcohol adulterado, lo hace porque la sustancia tóxica como el metílico es sumamente barato y lo usan a pesar de que esto no es compatible para la biología humana.
Lo grave de ello –dijo el doctor Alejandro Montiel-, es que hay casos donde se ofrecen las barras libres donde además de alcohol adulterado, utilizan en lugar de hielo de agua, hielo de éter, lo que significa que los que tomen las bebidas con ese hielo con menos bebidas, se emborrachan mucho más fácilmente y así, piden menos bebidas y de ahí que la barra libre sea negocio.
Así, un cuadro clínico de una persona intoxicada con alcohol adulterado, presenta los siguientes síntomas que además de la embriaguez, son cefaleas, náuseas, mareos, calambres, trastornos visuales, dolores abdominales, convulsiones, insuficiencia respiratoria, edema agudo de pulmón, insuficiencia renal aguda y coma.
Es importante hacer mención que en el lapso de una intoxicación por alcohol adulterado, una persona puede perder la noción y ante esto, cobra mucha importancia la situación de los turistas que se han accidentado en los hoteles tras llegar de los antros y discotecas, pues llega el momento de perder el conocimiento y han fallecido al arrojarse de los balcones.
En días pasados, la titular de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) en el destino, Gabriela Delgado Tiempo, indicó que ante esta posibilidad del uso del alcohol adulterado, hizo un enérgico llamado a los dueños de los antros, bares y discotecas de todo Cancún, en el sentido de que si ofrecen barras libres a sus clientes, éstas sean de calidad.
“No estamos en contra de las barras libres, pero sí en contra de la mala calidad, la cual afecta la imagen del destino y del sector”, afirmó.
Cabe destacar que en Cancún, en la zona turística, la gran mayoría de los bares y discotecas operan con este segmento de barras libres, aunque también hay quienes venden su producto de forma individual o por botellas enteras.
(Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)