El nuevo PRI recurre a la receta del viejo del PRI de resolver los problemas por “decreto”.
Y es que una de las grandes apuestas del PRI y sus candidatos en Benito Juárez ha sido ofrecer que, de ganar, elevarían a Alfredo B. Bonfil a Alcaldía.
Estas recetas han sido por demás fallidas en todos los niveles que se han aplicado y no sólo en el tema de alcaldías, sino hasta municipios.
Puerto Morelos es un ejemplo rotundo que por decreto una comunidad despegue al desarrollo y progreso.
De hecho, esta iniciativa priista sólo generó mas burocracia y un alcalde, Manuel García Salas, insufrible y que supone que nadie lo merece.
Ahora en Puerto Morelos hay una invasión y se está construyendo una gasolinera en sitio no adecuado ¿Y la Alcaldía? Bien, gracias.
Pero también, está el caso, aún más brusco, de Bacalar, municipio “creado” por Félix González Canto, y que ni siquiera cuenta con un cuerpo de Policía “como la gente”.
Si la solución de Paul Carrillo es crear alcaldías entonces que en cada región y supermanzana de Cancún abra una, y desaparezca la Presidencia Municipal.