Parece que a los “brillantes” estrategas del PRI se le fue otra vez el chirrión por el palito.

Y es que ahora ya no saben qué hacer con Alejandro Luna.

Lo crearon y le dieron alas para dividir el voto opositor, pero ya está causando mella al candidato del PRI, Paul Carrillo.

Por lo pronto, ya está la orden de reducir la propaganda de Alex en camiones del servicio de transporte urbano, que son empresas, como quedó demostrado recientemente, aliadas del PRI.

A Luna le dejaron hacer una precampaña muy intensa y ya va muy adelantado. Prácticamente arrancó en “pole position” en la actual etapa formal de las campañas.

Ahora, en el PRI ya no saben cómo bajarlo y el fantasma de otro “chachazo” tiene muy nerviososo a más de uno.

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