CANCÚN, MX.- La venta de vehículos asegurados por reporte de robo se convirtió en el negocio de Edgar Manuel Pérez Ara, elemento de la Policía Judicial del Estado (PJE) acusado de robo, quien además es señalado de extorsionar a aquellos propietarios de vehículos que presentaran alguna anomalía. Hay varias víctimas, y una de ellas perdió una camioneta tipo Lobo doble cabina; la cual después vendió al parecer a otro funcionario de la misma Subprocuraduría de Justicia en la Zona Norte.
Tras publicarse las fotografías de Benjamín Soto Apolinar (a) “El Perro” y Edgar Manuel Pérez Ara, ambos elementos de la Policía Judicial del Estado (PJE), acusados de haber “levantado” a una persona para después cometer un robo en los condominios “Lahia” en la Zona Hotelera; han comenzado a surgir más señalamientos en su contra.
Edgar Manuel Pérez Ara, mejor conocido como “Ara” es señalado de cobrar entre 18 y 20 mil pesos a propietarios que tuvieran automóviles “doblados” o americanos con placas o permisos vencidos.
C
omo parte del grupo de recuperación de vehículos de la PJE, Pérez Ara realizaba operativos en toda la ciudad para detectar vehículos robados y cuando detectaba autos de este tipo, los aseguraba y además; exigía dinero a los propietarios para dejarlos ir sin ningún problema pero tenían que hacerse a la idea de que jamás verían su vehículo.
Estos vehículos jamás llegaban hasta el Ministerio Público del Fuero Común, pues eran vendidos entre conocidos y amigos, para que después no hubiera algún problema.
Por ello entre los clientes más frecuentes de estos vehículos se encuentran elementos de la misma PJE, Seguridad Pública o de Tránsito.
Otro señalamiento igual o más grave, que el anterior, es la suposición de que Pérez Ara vendía armas y daba protección a un grupo delictivo en Alfredo V. Bonfil, en donde se habla incluso de que tenía un lote o terreno donde resguardaban automóviles recuperados y no entregados al Ministerio Público del Fuero Común para después venderlos.
Hay varias víctimas, y una de ellas perdió una camioneta tipo Lobo doble cabina color blanco, con placas de circulación 250-XFR del Distrito Federal.
Esta camioneta fue asegurada a un primer dueño, por ser sospechosa de contar con reporte de robo en los Estados Unidos, pero fue devuelta al no poder comprobar dicha situación.
Sin embargo, una vez que el dueño original la vendió, fue asegurada al comprador, quien jamás la volvió a ver.
Ahora aseguran que esta camioneta fue vendida a un elemento de la misma PJE en Cancún, pues ha sido vista estacionada enfrente de la Subprocuraduría de Justicia en la Zona Norte.
Siendo elemento del grupo de recuperación de vehículos era fácil obtener ganancias vendiendo vehículos de esta forma, pues los propietarios daban por perdida su unidad para no verse envueltos en problemas de tipo legal.
Cuando un vehículo es revisado por los efectivos policíacos, se enfocan en el Número de
Identificación Vehicular (VIN por sus siglas en inglés Vehicle Identification Number).
Este número se encuentra en la parte superior del tablero del lado del conductor y en la puerta del mismo lado.
También revisan la Pared de Fuego, la cual es una placa que divide la cabina con el compartimiento del motor, es en donde se ubica el número de serie de este último y esta placa, es cambiada en vehículos robados o clonados.
Los vehículos “clonados” son aquellos que tienen los números de serie idénticos a otro vehículo totalmente en regla, incluyendo el modelo y la marca, falsificando de igual manera la factura de este automóvil.
Los vehículos “doblados” son aquellos en donde los grupos delictivos, dedicados a esta actividad, compran un vehículo ilegal, lo remarcan y lo amparan con la documentación original y/o apócrifa para poderlo emplacar y después vender.
Un vehículo “injertado” es cuando compran un vehículo de aseguradora y/o de pérdida total y al auto robado le injertan las partes donde comúnmente llevan los 17 dígitos de identificación vehicular como la Pared de Fuego y la placa VIN.
Un automóvil “remarcado” es un vehículo robado y donde se encuentra la serie del mismo, la parte metálica la borran con un taladro-pulidor y lo remarcan con otra serie de un vehículo legal; en ocasiones también pueden usar plomo para tapar el número y encima remarcarlo.
No es la primera vez que elementos del grupo de recuperación de vehículos de la PJE son señalados de hacer negocios con los autos recuperados, que nunca son puestos a disposición del Ministerio Público del Fuero Común. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)