Cuando acabe el proceso electoral, quizá el perredista Andrés Blanco debería de pensar en hacer casting para Televisa.

Y es que ha convertido su candidatura a la Presidencia Municipal de Othón P. Blanco en toda una telenovela de sufrimiento y abnegación.

Pero, Andrés quiere pasar como el sufrido de la “novela”, cuando en realidad es el villano.

Andrés y un grupo de perredistas se rebelaron a la alianza de facto, que su partido determinó con el PAN.

Sin embargo, se fueron en el sentido que más le convenía al Gobierno del estado y al PRI, que era dividir a la oposición.

Y lo peor es que el PRD desde hace mucho tiempo no ha pintado en el sur del estado.

De tal manera, que Andrés, en el PRD, tenía una candidatura perdedora, y que sólo serviría para dividir el voto opositor.

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