PLAYA DEL CARMEN, MX.- Luego de varios intentos por salvarle el brazo al hombre que el pasado domingo golpeó la puerta de cristal de un antro de esta ciudad y resultó con la extremidad prácticamente cercenada en su totalidad, finalmente los galenos optaron por amputársela debido a que el tejido y la masa muscular no respondieron al tratamiento para injertarla de nuevo.
Como se recordará, en las primeras horas del pasado domingo 30 de junio, Sergio Pérez García, de 30 años de edad, resultó espeluznantemente herido, luego de haber golpeado la puerta de cristal del bar karaoke “La Pista Musical” ubicada en la calle 38 entre las avenidas 10 y 15 y los grandes trozos de cristal cayeron sobre su brazo derecho, a manera de guillotina, con lo cual casi le cercenan en su totalidad el miembro en mención.
Las causas que originaron el enojo de Pérez García, fueron el haber descubierto a la que consideraba su “pareja sentimental” en una relación lésbica -con otra mujer- y se dejó llevar por la ira, reclamando airadamente; sin embargo, la individua agarró una botella y se la estrelló en la cabeza, generándose pleito, y más gravemente, los meseros le impidieron la salida del antro en ayuda de las féminas, quienes lo golpearon, y cuando dada la situación el otro intentó llegar a la puerta, fue interceptado y sobrevino el intercambio de golpes que culminó al golpear el cristal y rebanarse el brazo.
Lo más grave de este asunto fue que los fiscales del ayuntamiento local acudieron a verificar el reporte y lejos de actuar conforme a la ley, colocando los sellos de clausura del local, se hicieron de la vista gorda y dejaron todo en la impunidad, obedeciendo a quién sabe qué oscuros intereses. Igualmente, no se sabe que la policía judicial haya procedido contra las tipas agresoras, ni contra los meseros que las ayudaron.
Así una riña por cuestiones “amorosas”, termina con la amputación del brazo derecho de Sergio Pérez García, de hecho destrozándole la vida al hombre cuyo ‘pecado’ fueron los celos ante una situación desde luego inesperadamente humillante. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)