A final de cuentas, Roberto Borge resultó ser factor de unidad en el PRD.

Y es que la conversación telefónica privada entre las perredistas María Eugenia Córdova y Aracely Vargas, divulgada por las estaciones de radio del Gobierno del estado y de Gastón Alegre –nada más y nada menos,  magistrado del Consejo de la Judicatura del Tribunal Superior de Justicia del Estado- obligó al líder nacional del sol azteca a estar en Cancún el cierre de campaña de los candidatos de la alianza de facto PRD-PAN.

Pero, antes del acto de cierre de campaña, hubo una comida de Zambrano con 25 liderazgos perredistas.

Ahí, quedó en claro, que el líder nacional del PRD no estaba en enjuagues con autoridades locales y Zambrano se comprometió a no dejarle pasar nada al Gobernador.

Y minutos después, Zambrano se fue con todo contra Beto Borge.

Comentarios en Facebook