CIUDAD DE MÉXICO.- El sacerdote, ex legionario de cristo, Pablo Pérez remitió una carta al papa Francisco para dar a conocer la situación en la que vive tras haber hecho público el caso del padre Marcial Maciel y ahora cuestionar la Pastoral que lleva a cabo el obispo Raúl Vera López en Saltillo, y quien recientemente lo cesó de sus labores eclesiásticas en la comunidad rural de Agua Nueva, al sur de la capital del estado de Coahuila.

En una extensa carta de 29 cuartillas, el ex legionario de cristo manifiesta que estas acciones lo han dejado sin la posibilidad de ejercer su labor de evangelización que asumió desde 38 años en  la vida religiosa en los legionarios de Cristo y 22 de sacerdote.

“Sin mediar problema alguno de fe o de moral, y siendo de dominio común mi labor sacerdotal en Playa del Carmen (México), resulta que en estos momentos no tengo obispo ni congregación religiosa”, dice la carta y agrega que ha lanzado la misiva a redes sociales y a varios medios de comunicación, para que llegue a oídos del papa.

“El poder de los legionarios de Cristo es tal que con facilidad corromperán sacerdotes burócratas para interceptar mi solicitud de ser admitido al clero de la diócesis del Obispo de Roma y la gracia de seguir misionando entre los más necesitados de Playa del Carmen”, subraya.

En la carta hace una narración de cómo surge el problema con los legionarios de cristo de Cancún tras escribir  en contra de su fundador Marcial Maciel Degollado y cómo el obispo Pedro Pablo Elizondo Cárdenas había sido promovido por el sacerdote acusado de pederasta, mientras que varios de los sacerdotes que fueron víctimas sexuales de Maciel están en la Prelatura de Cancún.

En cuanto al obiso Vera López, el padre Pérez señala que en la práctica se va contra la litúrgica auténtica y “deforma lo esencial de la Iglesia y ante la “la prohibición de ordenar diáconos permanentes ha optado por ordenar centenares de ministros extraordinarios de la comunión”.

“Yo quiero obedecer a un obispo evangélico. En conciencia no puedo adecuarme ni al obispo de Cancún que pretende una espiritualidad desencarnada de la realidad doliente, ni al obispo de Saltillo que busca una Iglesia ideológica que llega a la aberración de hablar de una parroquia de homosexuales y para homosexuales, de rodearse en las oficinas del obispado de siete u ocho evidentes homosexuales”

El sacerdote pide que manden investigar los casos denunciados y sobre su trabajo pastoral, pero que le pregunten a la gente de las comunidades rurales, donde estuvo trabajando hasta mayo antes que Vera López lo cesará.

“Tanto el obispo emérito Bernal como el obispo Pedro Pablo Elizondo Cárdenas han encubierto a pederastas legionarios como el padre Fernando Martínez (mexicano) hoy día en el noviciado de Salamanca (España), el padre Brendan Hurley (australiano). El caso más reciente, el capellán de la escuela Mano Amiga, el padre legionario Raul Le Blanc (canadiense) hoy día en Canadá con dispensa de votos, un trabajo y atención psquiátrica”, establece textualmente la misiva.

Cuestiona abiertamente que el obispo de Saltillo a quien se le identifica como promotor de la defensa de derechos humanos pero lo define como “mito de la mercadotecnia”, ya que ha permitido la participación de sacerdotes como el padre Adolfo Huerta, quien  aceptó tener relaciones sexuales y dudar de la existencia de Dios, además de promover las misas para la población homosexual, mientras acusa de fraude a personas inocentes y se olvida de las comunidades rurales y marginadas de la diócesis. (Fuente: MVS)

Comentarios en Facebook