CANCÚN, MX.- De 80 a 200 mil pesos por un ladrillo de cocaína pura y dos mil 500 dosis de droga que no llegaron al mercado negro del narcomenudeo, es lo que representa el cargamento de droga que trasladaban los cinco hombres y la mujer que fueron capturados por elementos del Ejército y la Marina, en el lavadero de autos “Temazcalli” de la Región 91.
El promedio en el costo de un paquete o ladrillo de cocaína pura depende de la oferta y la demanda, porque cuando hay suficiente droga en el mercado, entonces puede bajar su costo hasta en 80 mil pesos. Pero cuando escasea, entonces se “dispara” en 150 mil o hasta en 200 mil pesos.
Los cinco hombres y una mujer detenidos este viernes por la tarde, en un lavadero de autos llamado “Temazcalli”, (ubicado en la Región 91, entre las avenidas Míguel Hidalgo y Lombardo Toledano) con la participación de elementos policiacos municipales, fueron puestos a disposición directamente del ministerio público federal de la delegación estatal de la Procuraduría General de la República (PGR) por la Secretaría de Seguridad Pública Municipal.
Fueron identificados como Silvia Beatriz Tuyub Dzul, de 21 años de edad, de Cancún; José Sánchez Villanueva (a) “El Chepe”, de 52 años, de Quintana Roo, y señalado como el líder de las operaciones de compra-venta de droga; Avelino Suárez Castillo, de 49 años, de Yucatán; José Angel González Silvan, de 30 años, y Juan de Dios Xicoténcatl, de 38 años, ambos originarios de Tabasco, y Gaspar Cisneros Ruiz, de 45 años, de Oaxaca.
Con su puesta a disposición por la policía municipal, los seis sujetos evitaron que sean investigados por la Fiscalía Especializada para la Atención contra el Narcomenudeo.
Lo peor de ello es que se abre la puerta para que los sujetos recuperen su libertad y se mantengan activos en el mercado negro de la venta de drogas que envenenan a todo tipo de personas, pero sobre todo a menores de edad.
En el mes de marzo de este año fue también la corporación policiaca municipal la que detuvo a una niña de 11 años acusada de narcomenudeo.
Pero en esa ocasión, la menor sí fue puesta a disposición de la Fiscalía Especializada para la Atención contra el Narcomenudeo de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) del Estado.
En ese caso la Secretaría Municipal de Seguridad Pública y Tránsito (SMSPT) informó que la menor fue detenida poco después de la medianoche del lunes, en la Región 238.
Y la niña, identificada con las iniciales M.I.C.H., originaria del Estado y de ocupación estudiante, fue detenida por “conducir de manera temeraria” una motoneta de la marca Itálika, tipo Biwi, color rojo, placas de circulación B86ZY.
En esa ocasión los agentes preventivos revisaron una mochila que la menor llevaba consigo, en cuyo interior tenía mariguana y crack.
“Al realizarle una revisión preventiva en una mochila tipo mariconera color beige le encontraron en el interior dos envoltorios, uno de papel periódico, otro en papel aluminio, con hierba seca, al parecer marihuana, y en una bolsita de nylon transparente, una sustancia dura, al parecer crack”, precisa el reporte oficial.
Según el parte, la niña confesó que la droga se la surte un sujeto al que sólo conoce como Jonathan, y aceptó que trabaja para éste.
También manifestó que vende drogas porque sus “padres la descuidan dejándola mucho tiempo sola”.
Otro caso muy grave ocurrió este 2 de julio, cuando una menor de 16 años de edad y madre de un pequeño fue detenida en calles de la Región 66, en posesión de 24 dosis de “crack”, quien llevaba a su pequeño hijo de un año y medio.
El niño tuvo que ser trasladado a las instalaciones del DIF. Y su madre quedó detenida.
El terrible caso es que la joven dijo que sus amigos le habían encargado los narcóticos y ella sólo salió a comprarlos, pero al verificar su celular se le encontró varios mensajes de texto en los cuales se hacía referencia a la venta de la droga.
A la menor se le inició una averiguación previa por narcóticos.
Cabe señalar que ambos casos reflejan una terrible realidad en donde niñas, menores de edad y hasta madres jóvenes caen en las garras del narcomenudeo que permea en todos los rincones de la ciudad. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)
