Así lo declaró I.M.V.H, quien prefirió que su imagen sea protegida por seguridad. El día de ayer, fue citada a una reunión en el Consejo de Honor y Justicia, donde se expuso su caso y se le dio la oportunidad de defenderse.
Ramón Pérez Vidal tiene varios años en las filas de la PMP, con grado de supervisor, su clave es “Tiburón” y según relata la agraviada, “no es la primera ves que lo señalan como acosador; llegaré hasta las últimas consecuencias, debido a que los daños morales han sido irreparables”.
Ella dijo que el pasado 15 de julio, tras pasar varios meses en duda y ver el nulo apoyo de sus superiores; como el director general, Gumercindo Jiménez Cuervo y el director operativo, Luis Germán Sánchez Méndez, decidió acudir ante el MPFC para proceder legalmente en contra del comandante “Tiburón”.
La denuncia fue recibida en la Unidad Especializada en Delitos Sexuales, de acuerdo al expediente AP/ZS/CHE/UEDS/47/7-2013, el día 9 de julio del presente año. Tras exponer su testimonio, la víctima fue citada en el área psicológica para poder ayudarla mediante una terapia.
I.M.V.H relató que en una ocasión “yo lo acuse, estaba en la caseta, estaban varios compañeros porque estaba lloviendo, en ese momento me trajeron a mis hijas, mi tía había ido a comprarme un café, todos estaban desayunado y las pase (a la caseta)”.
Dentro de esa misma caseta estaba el comandante “Tiburón”; dijo que él estaba hablando de una de sus compañeras, pero vociferaron entre varios elementos: ¡cállense por que las paredes hablan!”.
Ella expresó que tenía un envase con jugo cerca de él, “cuando pase su palabra a manera de intimidar, ¡no me hiciste caso nunca olvido!”, al mismo tiempo que colocaba su mano sobre su arma de cargo, colocada en su fornitura.
“No estábamos muy lejos, me volteé y le contesté que lo que tenga que decir no lo diga al aire, sino de forma directa; yo tuve que salir porque estaba muy molesta, el seguía poniendo su mano en su arma”, expuso.
“Tenía ganas hacer muchas cosas, estaba llorando. Posteriormente arribó el comandante Condor, quien me preguntó por lo que había pasado”. Ella afirmó que tuvo que decir lo que había ocurrido a su superior, ya que tenía miedo; él se comprometió a que arreglaría la situación y mandarían a otro servicio a “Tiburón”.
“Así como me dijo que tenía todo el apoyo, como a las 11 de la mañana; fue entre las seis y siete de la noche, cuando frenó la patrulla; era el comandante Condor y me dijo ¡estas arrestada, yo ya pase por todo esto, te entiendo, pero estas arrestada!”, comentó.
En ese momento el comandante afirmó, “tu sabes que el comandante ya fue hablar y no se que cosas, pero a mi ordenó el comandante Luis Germán”. Ella le contestó, “sabe qué, mejor hablaré con Gumercindo y no firmaré ningún arresto”; según la sanción, era por qué sus hijas estaban en la caseta.
“Las mujeres de ellos se la pasan hasta una semana en la caseta, ahí duermen y las dejan orinadas; por media hora que estén mis hijas, no es válido. Le dije que era un pretexto para arrestarme”. Pero fue hasta las ocho de la mañana, del siguiente día, cuando le indicaron que tendría que firmar su boleta de arresto; ella está segura que el reglamento interno dice que después de dos horas, las boletas de arresto no son válidas.
“Cuando me llevaron a la corporación, ya estaban todos ahí; hasta el Ramón Pérez Vidal”. En ese momento le dieron oportunidad de hablar, aunque le advirtieron que no procedería la queja, ya que según el acoso ha venido realizándose desde hace un año; por lo que el director general la cuestionó, sobre si ha tenido alguna relación sentimental con “Tiburón”.
“Yo no he tenido nada que ver con ese señor, no das un peso por él, esta mal; al contrario, siempre lo he visto con una cara de puerco, lo he visto cómo morbosea a las chavas, jamás me fijaría en alguien como él”, comentó.
Expresó que en la plática, le aseguraban que la queja no procedería por la falta de testigos y que no podía hacer nada, que al contrario en lugar de que castiguen a otro, ella era la que estaba bajo arresto.
“No es la primera vez que ocurre, una ves a mi teléfono un tipo decía que le mandara fotos con poses y de todo tipo. Tenemos unos exámenes que nos hacen en el C4 de psicología, cómo no se dan cuenta de semejante asquerosidad que tenemos, si estamos trabajando para la ciudadanía”, dijo.
Explicó que después de esos mensajes habló con Gumercindo Jiménez Cuervo; él la cuestionó por el tiempo que ha transcurrido, pero esta dijo que de alguna manera se ha sentido amenazada por este comandante.
En otra ocasión, “El comandante Tiburón sacó su arma y la aporreó varias veces en mi cabeza, con la misma paso su mano sobre mi cuerpo y me estuvo tocando”. Dijo que todo lo que le ha ocurrido ha sido denunciado formalmente.
Dijo que el comandante lo negó durante la reunión del Consejo de Honor y Justicia. Tiburón declaró: “como voy a tener el arma y la voy da tocar al mismo tiempo”, por lo que solicitó que se realice una reconstrucción de hechos. Comentó que el consejo le creyó al comandante, ya que supuestamente no era creíble lo que ella denunciaba.
Dentro de la demanda, ella declaró una fecha en la que se llevó a cabo la reunión entre sus superiores, ella y el acusado; ya que el consejo no estaba de acuerdo, ya que la fecha no coincidía. Ella dice, “si es cierto, no coincide la fecha, pero por que estaba confundida, fue de un día para otro; es decir, el hecho ocurrió hoy, pero yo dije que fue al día siguiente”.
Supuestamente, durante la reunión el comandante “Tiburón” dijo: “Si le dije algo malo que me disculpe”; ella le contestó que mejor firmara una disculpa y no procedería en su contra, en la disculpa el comandante tendría que aceptarlo y comprometerse a no volverlo hacer; “el se exaltó, diciendo que no era cierto y que no haría nada”.
Al final, sólo se quedó ella, Luis Germán Sánchez Méndez, un licenciado y otro de Asuntos Internos; fue ahí donde Sánchez Méndez le indicó; “aquí entre nos, ya hay un reporte de él (Tiburón), ya pasó antes de que tú entraras, quiso abusar de una muchacha que es lesbiana”.
Ella le contestó, “pero si comandante mi arresto fue bajo su orden” y Sánchez Méndez contestó; “da gracias que no lo voy hacer, lo voy a romper ahorita (la boleta de arresto)… dame una semanita y armamos una demanda mucho mejor”; sin embargo, ella dijo que no estaba de acuerdo y por la falta de apoyo mejor decidió demandar ante el MP.
Independientemente de mi demanda, no estoy bien de salud, hace poco me extirparon una tumoración en el cuello. Y cuando pasó lo del arma, a penas me iban a operar; en estos días iré a Mérida por lo mismo”.
Mencionó que días después de interponer su demanda, la han amedrentado; incluso, apuntó que una mañana, había llovido, salió de su casa y encontró un gato muerto, muy cerca de la puerta principal; el animal tenía una bolsa amarrada a su cabeza.
Expuso que hay otras víctimas, pero no han sido respaldadas por sus superiores; muchas de ellas han preferido dejar su caso por la paz, por el tiempo o por otra circunstancia. Una de ellas le contó su caso, pero después de echó para atrás; “ya no cuento con ellas, sólo veré por mi, si él sigue en la corporación no vamos a estar tranquilas, yo no lo quiero ver en la calle sino en el Cereso”, dijo la policía. (Fuente: Diario de Quintana Roo)