GUADALAJARA, .- Desde el primero de enero del 2011, 18 gobernadores han tomado posesión de sus cargos; en lo que va de la gestión de nueve de ellos, la deuda subsoberana estatal ha registrado incrementos al cierre de la primera mitad del 2013.
Estos son Quintana Roo, Sinaloa, Baja California Sur, Chiapas, Nayarit, Tamaulipas, Michoacán, México y Tlaxcala.
Quintana Roo, bajo la gubernatura de Roberto Borge Angulo, ha sido donde la deuda local se ha incrementado en mayor medida en términos porcentuales desde su toma de posesión, en abril del 2011, al cierre del segundo trimestre del 2013.
De acuerdo con registros de Hacienda, el Gobernador tomó a un estado con una deuda de 1,436 millones de pesos y actualmente suma 16 millones 180,500 pesos: una variación de 1,026% en menos de tres años.
En segundo sitio está Sinaloa, con Mario López Valdez, que cuenta con una deuda 60.3% más elevada que antes de su llegada, en enero del 2011; con Marcos Alberto Covarrubias Villaseñor, Baja California Sur aumentó 30.8% la deuda local desde abril del 2011.
Continúan la lista el recién gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello, quien tomó posesión en diciembre pasado y ya aumentó los compromisos chiapanecos un 11.6%, y Roberto Sandoval Castañeda, gobernador de Nayarit, quien desde septiembre del 2011 a la fecha ha elevado la deuda que recibió 10.1 por ciento.
Dos sopas
Consultado por El Economista, Carlos González Barragán, analista del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), comenta que cuando arriba una nueva administración a un estado se establecen dos estrategias: reducir costos y erogaciones para sanear finanzas estatales frágiles después de sexenios despilfarradores o liberar las presiones sociales tras las elecciones con gasto público y recurrir así a más deuda.
En el caso específico de Quintana Roo, apunta que mientras adquiría más y más deuda, la actual administración contaba con capacidad suficiente en sus finanzas para la adquisición de los compromisos; sin embargo, “ya la han topado”. Como se reportó a finales de marzo, casi 15% de todo el presupuesto de Quintana Roo para el 2013 (22,390 millones de pesos), se irá a pagar las amortizaciones, comisiones, Adefas e intereses de sus compromisos financieros.
El aumento de las deudas en gobiernos jóvenes “no es normal ni deseable, pero es común ver que esto pase. Están haciendo su plan financiero para darle viabilidad a sus administraciones, pero lo que vemos es que depende de cómo vengan: si se ponen en cintura y liberan recursos a mitad de su gestión o le dan viabilidad a los primeros dos o tres años”, comparte el experto. (Fuente: El Informador)