CANCÚN, MX.- A una semana de que se dé el cambio de gobiernos municipales en Quintana Roo, cuatro de los diez municipios enfrentarán un inicio crítico y sin margen económico, para las nuevas administraciones gubernamentales.
Los municipios Benito Juárez, Cozumel, Solidaridad, Felipe Carrillo Puerto y Othón P. Blanco, son los que enfrentan actualmente una crisis al cierre de la administración saliente, así como como un panorama negativo en materia de finanzas.
Por ejemplo, en el municipio Benito Juárez con cabecera en Cancún, a partir del 1 de octubre el nuevo gobierno tendrá que lidiar directamente con un adeudo de 400 millones de proveedores del gobierno municipal, así como un problema en la recolección y destino final de la basura y una ciudad destrozada por los baches.
En tanto, en Solidaridad, Mauricio Góngora recibirá un municipio que en tres años, quintuplicó la deuda del municipio de Solidaridad (Playa del Carmen), uno de los que más recursos propios recauda a escala nacional.
La deuda bancaria de Solidaridad llegó a 817 millones de pesos, trascendió durante una sesión de Cabildo en la cual se aprobó la reestructuración del adeudo. Al inicio de esta administración, la deuda de la comuna ascendía a 160 millones de pesos.
En Chetumal, la situación es más delicada. En la capital del estado, el alcalde Carlos Mario Villanueva Tenorio, hijo del ex gobernador Mario Villanueva Madrid, dejará a su sucesor, el también priísta Eduardo Espinosa Abuxapqui, deudas que superan 500 millones de pesos.
Allí, los trabajadores padecieron severos recortes a su sueldo y compensaciones, y han sido despedidos 667. La meta es lanzar a la calle a mil empleados antes de que Espinosa tome las riendas del ayuntamiento.
Los casos más graves: Cancún, Solidaridad, Cozumel y Chetumal
Los nuevos alcaldes de Benito Juárez (Cancún), Solidaridad (Playa del Carmen), Othón P. Blanco (Chetumal) y Cozumel recibirán de sus antecesores una serie de deudas que a partir de septiembre, cuando tomen posesión, afectarán la marcha de los ayuntamientos en los próximos 20 años, periodo para el que fueron contratados los créditos.
Hasta julio pasado, la deuda de los 10 municipios de Quintana Roo reportada a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ascendía a 2 mil 346 millones de pesos. Dos mil 255 millones –90 por ciento del total– corresponde a esos cuatro ayuntamientos, los más grandes del estado.
El más endeudado es Cancún, con mil 345 millones de pesos. La deuda pública de este destino turístico se disparó durante los gobiernos de los perredistas Gregorio Sánchez Martínez, Jaime Hernández Zaragoza y Julián Ricalde Magaña, cuando superó mil millones de pesos.
Ricalde Magaña será relevado por el priísta Paul Carrillo de Cáceres. El poderío económico de Cancún, que concentra 50 por ciento de la población del estado, le ha podido mantener en operación.
En menos de tres años, el alcalde de Solidaridad (Playa del Carmen), Filiberto Martínez Méndez, y su suplente, Rafael Kantún, multiplicaron la deuda, que pasó de 160 millones en 2011 a 817 millones de pesos actuales.
Méndez Martínez realizó empréstitos por 380 millones de pesos para obra productiva y dejó números rojos con un adeudo total de 517 millones hasta abril de este año, cuando salió del cargo para contender y ganar una diputación local. Dos meses antes de abandonar el cargo, su suplente obtuvo un préstamo de 300 millones de pesos.
En tanto, la situación más grave se vive en Chetumal, porque ahí Mario Villanueva Tenorio obtuvo un crédito de 272 millones a principios de este año. Con este empréstito, la deuda bancaria del municipio llegó a 420 millones de pesos, aunque el tesorero municipal César Euán Tun reconoció que llegará a 500 millones por los pasivos con proveedores y a la empresa Avances Lumínicos que instaló lámparas de leds en la capital del estado.
Otro caso similar es el de Cozumel, el cual hasta el final del trienio de Carlos Hernández Blanco (2002-2005), no tenía deuda de ningún tipo, quedará al momento en que lo entregue Aurelio Joaquín con una deuda que ronda la exorbitante suma de 500 millones de pesos, de acuerdo a cálculos aún extraoficiales, pues la cifra total no ha sido dada a conocer por el gobierno.
De estos alrededor de 500 millones, por lo menos la mitad puede adjudicarse a la gestión que ha encabezado Aurelio Joaquín, en mucho debido a los intereses de la deuda que heredó de Gustavo Ortega y de Juan Carlos González, y que no se supo manejar adecuadamente en este período; y también debido a préstamos que se fueron pidiendo a los bancos para salir del paso y se convirtieron en la llamada ‘deuda de corto plazo’ que anda sobre los 200 millones, además de lo mucho que se debe a proveedores por bienes y servicios prestados al ayuntamiento y nunca pagaron, lo que además de endeudar a la comuna ha provocado una situación de anemia económica a nivel local y ha llevado a varias empresas que ya contaban con ese dinero al borde de la quiebra.
Lo más indignante de esta deuda es que es por nada, pues en estos dos años y medio no se ha realizado alguna obra pública de importancia donde se pudiera haber invertido ese dinero, y al contrario, la ciudad se nota sucia y descuidada, y el equipamiento urbano está deteriorado; no hay patrullas porque no hay dinero para repararlas y el común denominador de los parques públicos es el abandono.
Cabe recordar que en la elección del 7 de julio, el PRI triunfó en los 10 ayuntamientos, cinco de los cuales son gobernados por PAN y PRD: Benito Juárez, Isla Mujeres, Lázaro Cárdenas, José María Morelos y Felipe Carrillo Puerto. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)