CHETUMAL, MX.- Un servicio de transporte público en pésimas condiciones que no es suficiente para cubrir las necesidades de los chetumaleños, es una de las “herencias” de Carlos Mario Villanueva Tenorio a la próxima administración municipal, aceptó la regidora y presidenta de la comisión de Desarrollo Urbano y Transporte del Cabildo Othonense, Gabriela Santana Duarte.
En el ocaso de su administración, Mario Villanueva Tenorio será recordado probablemente cómo el peor presidente municipal de Otón P. Blanco, prueba de ello es que hasta el momento en ningún rubro, económico, seguridad, educación, transporte, se creció, por el contrario, los números van en picada.
Un ejemplo, al iniciar el mandato de Villanueva Tenorio había cinco rutas operando, ahora sólo hay cuatro de las 15 establecidas. La ruta a Calderitas, Bosque, fraccionamiento Américas 1, 2 y 3 continúan funcionando; colonia Forjadores se encuentra fuera de servicio.
Santana Duarte aceptó que la gran mayoría de las unidades que prestan servicio “dan lástima” y representan un riesgo para los usuarios.
Recordó que como resultado del recorte de platilla laboral que aplicó el Ayuntamiento de Othón P. Blanco para contrarrestar el grave problema financiero que atraviesa desde el inicio de la saliente administración, la Dirección de Transporte carece de personal para regular y vigilar a los camiones que ofrecen servicio de transporte público, lo que afecta a cientos de usuarios que se “juegan la vida” en unidades en pésimo estado, cuyos conductores exceden los límites de velocidad.
Indicó que en la actualidad son muchas las deficiencias que existen en el tema del transporte público, es decir, que hace falta personal en el municipio que vigile y sancione a los transportistas abusivos.
Explicó que la reducción de personal en el Ayuntamiento obligó a que la Dirección de Transporte se quedara sin inspectores, agregando que al no existir vigilancia hacia los transportistas, los más perjudicados son los usuarios, debido a que los conductores de las unidades evaden los reglamentos y exceden los límites de velocidad, incluso, algunos no portan su uniforme y conducen en estado de ebriedad.
En este sentido, señaló con urgencia que es facultad y responsabilidad de la autoridad municipal reactivar la supervisión y regulación del transporte público, puesto que, está en riesgo la vida de miles de usuarios que por su condición económica hace uso de ese servicio.
Otro tema que queda en “veremos” es que luego de que el pasado 25 de agosto concluyó el último permiso otorgado por el Ayuntamiento de Othón P. Blanco a los prestadores de servicio público, se dio a conocer que se expediría un permiso extraordinario de 28 días, ya que se cumplieron los seis permisos que se tenían como límite.
Santana Duarte confirmó que fue otorgado un permiso que vencerá el próximo 29 de septiembre, justo cuando termine la administración de Carlos Mario Villanueva Tenorio: ahora será un asunto para el siguiente gobierno.
Bahía se fue y el problema creció
El 2012 fue un año marcado por la crisis del transporte urbano, pues de la noche a la mañana, durante los primeros días de abril, la empresa concesionaria “Bahía” filial del ADO, se retiró de Chetumal al no acceder el Ayuntamiento de Othón P. Blanco a autorizar un aumento de dos pesos en su tarifa.
Tras este lamentable suceso que convulsionó a la capital del Estado, se inició un lento proceso para licitar el servicio, en el cual se notó un exceso de confianza del presidente municipal, Carlos Mario Villanueva Tenorio, así como del secretario general, Miguel Can Bardales, que no instalaron el Comité Municipal de Transporte en tiempo y por ello, concluyó el 2012 sin que la capital de Quintana Roo cuente con un servicio de transporte urbano adecuado, tal y cómo parece sucederá en este 2013.
De hecho, aunque fue hasta el mes de noviembre del año pasado que concluyó el proceso de licitación, el servicio de transporte urbano de Chetumal enfrenta una nueva crisis, al declararse desierta la convocatoria de licitación de sus nueve rutas, puesto que las cinco empresas locales que concursaron en busca de seis de ellas comprobaron tener en propiedad los camiones con que pensaban prestar el servicio, incumpliendo así las bases de la propuesta técnica.
Y es que ninguna de las cinco empresas locales interesadas en la concesión del servicio de transporte urbano cumplió correctamente con la propuesta técnica que señala claramente el reglamento.
Al declararse desierta la convocatoria, en la actualidad de tramitan nuevos permisos provisionales, para que se mantenga el servicio de transporte como en la actualidad, lo que quiere decir que sigue sin solución este asunto tan importante para el transporte de miles de habitantes de esta ciudad, que seguirán teniendo un servicio exageradamente limitado. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)