Paramédicos de Emergencias Médicas arribaron al sitio, donde atendieron a Javier Guerra del Mar y/o Delmar Javier Guerra Tun, de aproximadamente 41 años de edad, quien afirmó ser originario de Belice, donde se desempeña como aduanero.
Este sujeto presentaba un impacto por arma de fuego, el cual visiblemente había ingresado por el lado izquierdo del cuello; los paramédicos le practicaron los primeros auxilios y posteriormente lo trasladaron al Hospital General.
Al lugar de los hechos se trasladaron efectivos de las policías Federal, Judicial, estatal y municipal.
En el sitio fue asegurado en calidad de sospechoso Jorge Alfredo Andrade Azueta, de 29 años de edad, conductor del taxi Chevrolet, tipo Spark, número 364 y matrícula 64-60-TPB.
Andrade Azueta explicó a la policía que brindó el servicio al afectado. Dijo que lo dejó a un costado del restaurante y posteriormente arribó un sujeto que llegó corriendo desde la calle Tlaxcala.
Comentó que sacó de entre sus ropas un arma de fuego y la accionó contra su cliente, quien cayó tendido en el suelo. Mencionó que el gatillero intentó realizar un segundo disparo, pero al parecer el arma se le encasquilló. Afirmó que le tiró su celular y posteriormente se fugó por el mismo lugar donde había llegado, donde al parecer lo esperaba el conductor de otro taxi, del cual se desconocen sus características.
Dentro de las primeras diligencias, la Policía Judicial habló con varios testigos, quienes refirieron que escucharon a Andrade Azueta hablar por teléfono y decir: “Aquí está el de verde, aquí los espera”. Por ese motivo fue retenido por las autoridades, ya que se está investigando su probable participación en el intento de ejecución.
Según las características que ofrecieron los testigos, el agresor es de complexión delgada, claro de color, de aproximadamente 1.70 metros; vestía una gorra de color azul, así como un pantalón de mezclilla y una camisa a rayas, también de color azul.
Andrade Azueta aseguró que el lesionado le solicitó servicio afuera de un centro comercial de la avenida Universidad.
El beliceño entró a cirugía debido a que al parecer la ojiva se alojó en la mandíbula y requería de extracción. El hospital fue custodiado por autoridades preventivas.
Al lugar de los hechos arribaron peritos criminalistas que analizaron la escena del crimen y dieron fe los hechos. Tirado en la calle yacía un casquillo al parecer nueve milímetros, el cual fue asegurado para ser analizado; también fue asegurado el vehículo para las indagatorias respectivas.
El Ministerio Público del Fuero Común inició una averiguación previa por el probable intento de homicidio. En las próximas horas, las autoridades revelarán si se trató de un intento de ejecución, ya que de manera extraoficial se pudo averiguar que el afectado se dedica a la venta de drogas en el país de Belice. (Fuente: Diario de Quintana Roo)