El pasado martes, en el edificio de la terminal del FBO del aeropuerto de Cancún, y en compañía del presidente municipal de Benito Juárez, Paul Carrillo, el Gobernador Roberto Borge hacia tremendo coraje porque en la Comisión para la Regularización de la Tenencia de la Tierra lo dejaron plantado.

Tan fuerte había sido su enojo, que se le olvidó atender las instrucciones del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, que advirtió a los gobernadores estar atentos del avance del Frente Frío número 12, pues advirtió que “venía con mucha agua”.

Pero el Gobernador tenía otras prioridades, como ir a visitar al Distrito Federal al coordinador de los diputados del PRI en la Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones.

Mientras Borge estaba en el D.F., la agenda de Paul Carrillo se redujo a asistir a la 19:30 horas a la clausura del Word Business Leaders 2013, en la Universidad Anáhuac Cancún.

Y tal como lo advirtió Osorio Chong, la ciudad fue severamente afectada por la lluvia.

Ni el Gobierno del estado, ni el Ayuntamiento de Benito Juárez aplicaron un plan preventivo o, al menos, advirtieron a través de los medios –los cuales casi todos están bajo su control-, para que los cancunenses tomaran sus previsiones antes el pronóstico de fuertes lluvias.

¿Y dónde quedaron la cultura de la prevención y los protocolos de Protección Civil?

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