La Unidad del Vocero (UV) tuvo ayer mucho trabajo en su ardua labor de desinformar y de censurar.
Y es que con Roberto Borge, la Unidad del Vocero se ha diversificado, pues su labor tradicional no se reduce a “parar” notas y realzar la imagen del Gobernador, sino que ahora ha aplicado nuevas “técnicas”, como clonar revistas y hackear páginas de internet.
Pero ayer, la UV marcó un hito en historia de las oficinas de prensa. Su labor de censurar los medios, desde los impresos hasta los electrónicos, se amplió a niveles inimaginables: ahora también censura narcomantas.
Por todos los medios, la UV trato de “borrar” el contenido del narcomensaje que apareció junto con el cuerpo arrojado en la colonia Alamos II, y en el que se aludía al Gobernador.
No es la primera vez que aparecen narcomantas, y en las ocasiones anteriores, no ha habido ningún problema en conocer su contenido.
De hecho, hasta la propia Procuraduría difunde estos mensajes.
Pero, ahora, muy al estilo del Gobierno del estado, se ordenó desaparecer esta narcomanta.
Y también muy al estilo del actual Gobierno, aunque se ocultó el mensaje, el Gobernador salió a deslindarse.
Oficialmente, Borge nunca fue aludido, pero insistió todo el día que no tiene nada ver.