CHETUMAL, MX.- Desde que Carlos Bibiano Villa Castillo llegó a la Secretaría de Seguridad Pública, en el mes de abril del año 2011, incrementaron en Quintana Roo los secuestros, extorsiones, asaltos y robos a casas habitación y en negocios, principalmente.
Villa Castillo también permitió que aumentara la presencia del grupo criminal “Los Pelones” en esta capital del Estado, cuyos integrantes, protegidos por algunos jefes policíacos allegados al secretario de Seguridad Pública, se dieron el lujo de ejecutar a narcomenuistas que no se alineaban con ellos, durante el año 2012.
De hecho, escoltas del jefe policial también contribuyeron para el incremento de la delincuencia, pues a unos meses de que Villa Castillo tomó posesión como secretario de Seguridad Pública, dos de sus “guaruras” asesinaron al agente de la Policía Estatal Preventiva, Jorge Amir Flota Matos, durante un operativo que el mismo Carlos Bibiano Villa Castillo organizó para capturar a un comerciante de la zona libre de Belice, sin orden de detención ni de aprehensión.
Sin embargo, a pesar de que el secretario de Seguridad Pública, Carlos Bibiano Villa Castillo, ha permitido libremente a ladrones, secuestradores y sicarios del grupo criminal “Los Pelones” operar sin ningún problema, la Procuraduría General de Justicia del Estado prácticamente ha resuelto casi todos los hechos, sobre todo los relacionados a ejecuciones y secuestros, pues ha logrado detener a más de 20 presuntos criminales y secuestradores que operaban en la zona sur de la entidad.
El trabajo que ha hecho el actual secretario de Seguridad Pública ha decepcionado a la ciudadanía, tan es así que cámaras empresariales, diputados y la ciudadanía en general en diversas ocasiones han pedido su renuncia, porque prácticamente no ha hecho nada por prevenir los hechos delictivos que azotan a la entidad, en donde los secuestros, ejecuciones, asaltos y robos a casas habitación, y sobre todo a negocios, han incrementado considerablemente, todo por la ineptitud de Villa Castillo.
A Chetumal, que es la única plaza en el estado donde la prevención del delito en las calles estaba directamente en las manos de la Secretaría de Seguridad Pública, Carlos Bibiano Villa Castillo y su gente de confianza decidieron desprotegerla a su llegada, disminuyendo la presencia de la Policía Estatal Preventiva en las calles de la capital del Estado, a pesar de que la Policía Municipal de Othón P. Blanco es un cuerpo de recursos humanos y materiales muy limitados, con lo que se colaboró al incremento de la delincuencia que azota a la población de esta ciudad.
Lo peor del caso, es que el propio titular de la Secretaría de Seguridad Pública ha caído en el descrédito, debido al manejo que dio al tiroteo en el que dos escoltas suyos hirieron de muerte al policía estatal Jorge Amir Flota Matos, cuando perseguían al presunto contrabandista Ernesto Alonso de Miguel alias “El Español”, supuestamente para detenerlo.
El secretario de Seguridad Pública no dijo la verdad de los hechos desde el momento en que ocurrió el crimen, sino que incluso intentó inculpar al comerciante que perseguía de haber disparado contra los policías, hasta que la propia Procuraduría General de Justicia del Estado confirmó lo que habían dicho policías y testigos de los hechos, que fueron sus escoltas los que balearon la camioneta sin logotipos oficiales en la que iban tres policías estatales vestidos de civil, entre ellos el ahora occiso, Jorge Amir Flota Matos.
Lo cierto del caso, es que el secretario de Seguridad Pública, Carlos Bibiano Villa Castillo, prácticamente ha convertido a dicha dependencia en un “elefante blanco” del Gobierno del Estado, pues ha permitido a los secuestradores, al grupo criminal “Los Pelones”, asaltantes y ladrones que trabajen libremente en el sur del Estado.
Crecimiento de delitos de alto impacto
Prueba de ello es que desde que Villa Castillo llegó a la Secretaría de Seguridad Pública, las ejecuciones, secuestros y robos incrementaron considerablemente, lo que nunca se había dado en años anteriores.
Por ejemplo, tan sólo en el año 2012 se registró algo que nunca había ocurrido en el sur del Estado, pues seis narcomenudistas fueron ejecutados, de los cuales tres hechos ocurrieron durante el mes de enero, en lo que fue considerada como “una limpia” en esta plaza por parte del crimen organizado, de la célula de “Los Pelones”, pero la Procuraduría General de Justicia del Estado ha esclarecido la mayoría de esos casos.
El recuento de ejecuciones del 2012 fue algo que nunca se había dado durante muchos años, pues la zona sur de la entidad era considerada una región muy tranquila.
La primera ejecución se dio el 13 de enero, cuando a pleno mediodía, un comando armado abrió fuego contra el vehículo en el que se trasladaban familiares del narcotraficante Carlos Cabañas Catzín, alias “El Monstruo”, provocando la muerte de su cuñado Carlos Alberto Castillo Toledo, y dejando heridas a tres de sus hermanas, en el tramo carretero federal Felipe Carrillo Puerto-Bacalar, 700 metros antes de llegar al entronque de la vía Cafetal-Majahual.
La segunda ejecución ocurrió el 23 de enero del 2012, cuando el presunto narcomenudista José Esparza Martínez alias “El Cuate”, de 54 años de edad, fue ejecutado de 14 impactos de bala calibre nueve milímetros, en el pasillo de su vivienda ubicada en el poblado de Sergio Butrón Casas, municipio de Othón P. Blanco, por dos sicarios que después huyeron del lugar a bordo de un automóvil tipo Focus, mismo que minutos después dejaron abandonado en el paradero del kilómetro 19 de la carretera Chetumal-Escárcega, donde se presume que abordaron otro auto para darse a la fuga.
La tercera ejecución ocurrió el 29 de enero del 2012, cuando José Javier Lizama Tzap, de 31 años de edad, fue ajusticiado en un camino de terracería a dos kilómetros de la orilla de la carretera estatal Calderitas-Luis Echeverría, por dos sujetos que lo pasaron a buscar a su taller de hojalatería denominado “Chore”, ubicado en la calle Camelias cruzamiento con José María Morelos, en Chetumal.
Luego, el 23 de marzo, el dueño de la taquería “El Tarahumara”, ubicada en la avenida Insurgentes -casi enfrente de la Subdelegación de la PGR en esta ciudad-, Raúl Reyes Soto, de 41 años de edad, fue ejecutado a balazos esa noche por tres sujetos en la colonia Emancipación de México, mientras que su hijo Saúl Alonso Reyes Galarza, de 21 años de edad, resultó gravemente lesionado, por lo que fue llevado a la clínica del IMSS de esta ciudad para su atención médica.
Aunque al día siguiente, la Policía Judicial del Estado, en operativo con la Policía Municipal, detuvo José Gil Caro Monje, Alejandro Lua Osuna y Jonathan Jehovani Osorio Uriarte como presuntos responsables del crimen, quienes actualmente se encuentran recluidos en el penal.
Mientras que el 27 de marzo, en las inmediaciones de Limones, municipio de Bacalar, fue ejecutado con cinco balazos Cristo de los Reyes Fernández Matú, quien había sido detenido el 11 de noviembre de 2009 en el estado de Yucatán por actividades de narcomenudeo.
Su cuerpo fue encontrado en una brecha ubicada en el kilómetro 67+200 de la carretera Reforma Agraria-Puerto Juárez, cerca del poblado de Limones.
Y el 28 de mayo del mismo 2012, con nueve disparos de arma de fuego, al parecer calibre 9 milímetros, fue encontrado maniatado el cuerpo del narcomenudista Raúl Catzín Catzín, de 28 años de edad, en un camino de terracería, a escasos kilómetros del puente Garcitas, cerca del poblado de Manuel Ávila Camacho, municipio de Bacalar, en la vía corta a Mérida.
Sin embargo, no pasó mucho tiempo cuando la Procuraduría General de Justicia del Estado detuvo a varios de los presuntos responsables de las ejecuciones.
Por ejemplo, el primero de junio, la Policía Judicial del Estado capturó a Melesio Córdova Sánchez, al que señaló como el asesino del narcomenudista Raúl Catzín Catzín.
El 27 del mismo mes, la Policía Judicial del Estado (PJE) detuvo en Bacalar a dos integrantes de un grupo de sicarios de “Los Pelones” que operaban en la zona sur de la entidad, quienes confesaron estar relacionados en al menos cuatro ejecuciones realizadas durante el año 2012 en los municipios de Othón P. Blanco y Bacalar.
En su momento, el procurador general de Justicia, Gaspar Armando García Torres, explicó que derivado de una orden de localización y presentación de Saúl Torres Torres y/o Saúl Ramiro Orozco Barrera alias “El Kirrín”, girada dentro del expediente 066/2012 por el homicidio de Cristo de los Reyes Fernández Matú, cuyo cuerpo sin vida fue ubicado el 26 de marzo en el kilómetro 67+200 de la carretera Reforma Agraria-Puerto Juárez, se inició una investigación en diferentes puntos del Estado.
Saúl Torres explicó que también estuvo relacionado, de la misma manera, en la ejecución de Carlos Alberto Castillo Toledo, quien fue ultimado en el entronque de Cafetal que conduce a la comunidad de Majahual, debido a que cuando fue narcomenudista de la organización criminal en el municipio de Solidaridad, se quedó con parte de las ganancias.
Además, relataron que también privaron de la vida a Raúl Catzín Catzín, de 25 años de edad, debido a que le propusieron que vendiera droga para la organización criminal o dejara de practicar tal actividad ilícita.
En el caso de José Esparza Martínez alias “El Cuate”, a quien asesinaron en el interior de su vivienda en la comunidad de Sergio Butrón Casas, admitieron que la orden vino de parte de su líder, “El Tío”, porque le ofrecieron vender droga para “Los Pelones” y éste no sólo se negó, sino que continuó con tal actividad ilícita, por lo que “El Chicano” lo acribilló.
Secuestradores detenidos
Ese mismo año 2012, la Procuraduría General de Justicia del Estado asestó importantes golpes a la delincuencia organizada, al desmembrar dos bandas de secuestradores, que operaban impunemente en la zona sur y centro del Estado de Quintana Roo; por lo menos ocho integrantes de esos grupos delictivos se encuentran ya recluidos en el centro penitenciario de esta ciudad y sometidos a procesos penales.
Los integrantes de la banda de secuestradores que fue desmembrada por la Procuraduría General de Justicia del Estado, responden a los nombres de Miguel Ángel Ramírez Ríos, Carlos Ramos Ulloa, alias “El Galleta”; Donaciano Álvarez Moreno, alias “El Mosco”, y Gutenberg Zapata Ángel, alias “El Guty” y/o “El Quemado”, acusados de haber secuestrado a un menor en el poblado Noh-Bec, quien fue detenido en el lugar de los hechos.
Mientras que los otros tres fueron detenidos meses después de que se suscitaron los hechos en la comunidad de Noh-Bec, en cumplimiento a órdenes de aprehensión giradas por un juez penal de Felipe Carrillo Puerto.
Asimismo, la Procuraduría General de Justicia del Estado, a través de la Policía Judicial del Estado, detuvo a miembros de otra banda de secuestradores que operaba en la zona sur de la entidad.
Ellos son: José Leonardo Moo Canul, alias “Don Cuco”, de 42 años, y sus hijos Marcelino y Sergio Moo Sagrero, de 20 y 18 años, respectivamente, así como Marco Antonio Alejo Soto, alias “Pelón”, “Pepe” y/o “Licho”, quienes son presuntos responsables del secuestro de Abraham Humberto Rivas Peña, hijo del líder cañero Gabriel Humberto Rivas Canul, ocurrido en la comunidad de Allende, municipio de Othón P. Blanco, en el mes de mayo del 2012.
Primeramente, la Policía Judicial del Estado detuvo a los tres primeros y luego a Marco Antonio Alejo Soto, alias “Pelón”, “Pepe” y/o “Licho”, a quien se le cumplieron dos órdenes de aprehensión en base a los procesos penales marcados con los números 220/2012 y 219/2011, ambos por el delito de secuestro.
Porque Marco Antonio Alejo Soto aparentemente es también presunto responsable del secuestro del Ariel Morales Barrientos, (a) “El Platanero”.
Con lo cual la Procuraduría General de Justicia del Estado, al mando del procurador Gaspar Armando García Torres, refrendó su compromiso en la lucha contra la delincuencia organizada en beneficio de la ciudadanía, mientras que el secretario de Seguridad Pública, Carlos Bibiano Villa Castillo, deja operar libremente a los grupos criminales en la zona sur de la entidad, por lo que los diversos sectores de esta ciudad han pedido su destitución por ser un inepto para el cargo que se le encomendó. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)
Y PORQUE LO HAN MANTENIDO………………..
ORA BOLA DE ARRASTRADOS DEJENME EN PAZ, QUE NO VEN QUE YO TRABAJO PARA LA DELINCUENCIA? BOLA DE PENDEJOS, USTEDES VOTARON POR LA GORDA PEZUÑONA QUE ME CONTRATO.