Sin pena ni gloria, fue la existencia de “El Quintanarroense”.
Este periódico nació como un proyecto ambicioso, con una impresionante nómina de reporteros y articulistas, algunos de ellos de mucho prestigio.
Sin embargo, el desprestigio de su dueño, Miguel Ramón Martin Azueta, derivó que este periódico nunca despegara y pasara a ser uno más de “el montón”
Y, finalmente, optó por el camino de casi todos los medios de la entidad, que es servir al Gobierno a cambio de un “convenio publicitario”.
Es evidente que, si casi todos los periódicos sirven al Gobierno, ¿por qué desapareció “El Quintanarroense”?
¿Y por qué siguen periódicos como ”Respuesta”, “El Periódico” y “La Verdad” y nacen otros como “Contrapunto”?
La desaparición de “El Quintanarroense” tiene que ver más con una desavenencia personal de la familia Martín Azueta con el Gobernador Roberto Borge y muy poco con las “Reingeniería Administrativa”.
Poco a poco le cerraron la llave, hasta que “El Quintanarroense” cerró.