CHETUMAL, MX.- Rómulo Martínez Alejandro y Luis Arturo Montes Malpica, asesinos de la familia Arévalo, fundadores del restaurante “Taco Loco” de Chetumal y cuyo asesinato ocurrió el 18 de noviembre de 2010, fueron sentenciados a 31 y 38 años de prisión, respectivamente, por el delito de homicidio calificado.

Lo anterior lo informó Martha Medina Lozano, directora de Control de Procesos de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), quien comentó que a poco más de tres años de haber ocurrido el delito se obtuvo finalmente la sentencia condenatoria en contra de estos delincuentes, mientras que Griselda González Cabañas, esposa de uno de ellos, obtuvo absolutoria.

La directora señaló que esta sentencia fue dictada durante el día del pasado jueves y consideró que este es un logro de la dependencia a la que pertenece al resolver a favor un caso muy sonado y que fue muy sentido para la ciudadanía, y dijo que la intención es lograr sentencias similares con todos los casos que son turnados al juez penal.

“Es una sentencia que recayó en precisamente un homicidio que fue cometido por Rómulo Martínez Alejandro, quien el juez lo declaró penalmente responsable del delito de homicidio en agravio de Paula Cortés Gutiérrez y en este caso se le condenó a 31 años con tres meses de prisión y el pago de 102 mil 131 pesos por concepto de reparación del daño, esto fue dentro de la causa penal 381/2010”, señaló.

La funcionaria abundó que “también Arturo Cortés Malpica resultó penalmente responsable también del delito de homicidio calificado en agravio de Luis Adolfo Arévalo Peña y se le condenó en este caso a 38 de prisión y al pago de 86 mil 62 pesos por concepto de reparación del daño, también dentro de la causa penal 381/2010”.

Cabe mencionar que Griselda González Cabañas, esposa de Rómulo Martínez Alejandro, y quien presenció los homicidios, no recibió sentencia condenatoria. Y aunque la directora no especificó quien fue el culpable de la muerte del hijo de esta pareja, se entiende que en la sentencia fueron contemplados los tres homicidios que ocurrieron durante la noche del 18 de noviembre de 2010.

Estas tres personas fueron detenidas durante el mes de febrero de 2011, tres meses después del asesinato de Paola Cortés Gutiérrez, de 65 años de edad, su esposo Luis Adolfo Arévalo Peña, de 69 años y su hijo de Enrique Arévalo Cortés, de 35 años, los cuales ejecutaron en el kilómetro 15 de la carretera Cafetal-Mahahual, en un local denominado “El Oasis” propiedad de los occisos.

Como se recordará el 19 de noviembre del 2010 la sociedad chetumaleña despertó con una trágica noticia, el homicidio de tres miembros de la familia Arévalo, conocidos comerciantes de la capital, dueños de la marisquería “Taco Loco”, los cuales habían sido ultrajados en su propiedad de Mahahual poniéndole fin a sus vidas con tiros de gracia.

Pese a que la escena del crimen pareciera un robo la versión oficial descartó dichas intenciones al sólo robarse la caja registradora del minisúper, dejando cosas mucho más valiosas dentro de la residencia, del mismo modo los presuntos homicidas se dieron a la fuga en un vehículo particular de la familia.

El 20 de Noviembre, los cuerpos fueron entregados a familiares para su velación en la ciudad capital.

Ese mismo día las sospechas sobre la misteriosa desaparición de un empleado del rancho “El Oasis”, de nombre Rómulo Alejandro Martínez, de 22 años de edad, el cual iba acompañado de su esposa Griselda Cortés, por lo que la Policía armó un retén en el cruce de San Pedro Peralta con Libertad, para dar con los presuntos culpables, sin embargo, no se obtuvo éxito.

Ese día fue ubicada la camioneta medio por el cual los asesinos se dieron a la fuga, en el municipio de Solidaridad, encontrando huellas de sangre dentro del auto, motivo por el cual fue asegurado por las autoridades.

El día 21 ese mismo mes de noviembre la PGJE dio la orden de localización de los presuntos responsables del triple homicidio, por lo que solicitó la colaboración de los Estados de Yucatán, Campeche, Veracruz, Tabasco, Puebla y Guerrero para su pronta captura.

El procurador de Justicia en aquel entonces, Francisco Alor Quezada, dio a conocer que los cuerpos fueron manipulados en la escena del crimen para crear otra versión de los hechos distinto a lo ocurrido y que resultaba muy probable hayan sido víctimas de sus propias armas de fuego.

Rómulo Alejandro Martínez Malpica, Griselda González Cabañas y Arturo Cortés Malpica, fueron detenidos en el Estado de Puebla, luego de que los familiares de las víctimas brindaron información esencial para su localización, misma que se realizó a más de tres meses de haber ocurrido el triple homicidio. (Fuente: Diario de Quintana Roo)

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