CANCÚN, MX.- De zona de castigo a “zona roja”. En eso se ha convertido el Centro de Retención Municipal conocido como “Torito”, en donde policías pagan por sexo a mujeres detenidas, como cualquier acto de prostitución.

Y es que por segunda ocasión en el mismo año, el Centro de Retención Municipal conocido como “Torito”, se ve envuelto en un escándalo de tipo sexual, sin que hasta la fecha se lleve un control del lugar.

En el mes de febrero un joven de 20 años fue violado por otro interno sin que los custodios hicieran algo, y ahora, fueron dos mujeres las que denunciaron violación y abuso sexual a manos de dos celadores y un supervisor de turno.

Las cámaras de seguridad que se prometieron recientemente, aún no han sido instaladas, porque la instalación eléctrica con la que fue construido el centro resultó de lo más precaria, según informó el ahora titular Juvenal Reyes Marrufo; quien aseguró que el personal actual del centro, es personal que ya encontró asignado cuando fue nombrado como director del “Torito”. A poco más de dos años de que se inaugurara, el Centro de Retención Municipal conocido como “Torito”, ha estado rodeado de escándalos.

El más grave de todos surgió a principios del mes de marzo de este año, salió a la luz pública la violación que se cometió dentro de las instalaciones del “Torito”, en donde la víctima fue un joven de 20 años que estaba detenido por faltas a la moral.

Luego de nueve días de investigación, la Policía Judicial logró detener a Antonio Palacio Pérez, quien también se hace llamar Antonio Freddy García López, y Antonio Ortiz Pineda, con los apodos de “El Antonio” o “El Negro”; responsable de la violación del joven.

Dicho sujeto fue detenido junto con otro interno, porque éste participó en la agresión, cuando “El Antonio” o “El Negro” abusaba sexualmente del agraviado y ambos fueron consignados por ultrajes a la autoridad, al tiempo que se solicitaba la orden de aprehensión por violación.

Personas que han caído al “Torito” por una falta administrativa, sobre todo los que son enviados ahí como parte del operativo del alcoholímetro, han narrado lo que se vive al interior del Centro de Retención Municipal.

El pasado jueves se dio a conocer otro escándalo de tipo sexual, en donde los involucrados eran dos celadores del “Torito” y el supervisor de turno; quienes fueron detenidos por la Policía Judicial del Estado (PJE), después de que dos mujeres presentaran una denuncia formal por abuso sexual y violación.

En este caso, el director del “Torito”, Juvenal Reyes Marrufo, explicó que fue el miércoles 25 de diciembre a las cinco de la tarde, cuando las agraviadas M. C. B. y M. G. N., dieron a conocer al personal que habían sido víctimas de violación y abuso sexual.

“A las cinco de la tarde del miércoles 25 llegan las agraviadas en conjunto con un policía, el policía al parecer es esposo de una de ellas y manifiestan ante nuestro personal que habían sido abusadas sexualmente. De inmediato me avisaron, acudí al Centro de Retención y le dimos la atención debida, contamos con un psicólogo con jueces calificadores, inmediatamente intervino el psicólogo, intervino una trabajadora social que tenemos y el director jurídico.
Ya que platicamos con ellas, notamos que estaba un poco rara la situación, ya que no las veíamos tensas, no veíamos a una persona que fueran víctimas de un delito y más de carácter sexual.

Sin embargo, yo no soy autoridad investigadora, inmediatamente lo que hice fue por medio de mi personal jurídico, se trasladaron a la procuraduría para que interpusieran las denuncias pertinentes, se habló con la fiscal para que la atención fuera inmediata, nos atendieron en el ministerio público y comenzaron a interponer ellas las denuncias”, dijo.

Reyes Marrufo agregó que después dio aviso a la Comisión de Derechos Humanos, a la contraloría municipal y a la dirección de asuntos internos de la Secretaría Municipal de Seguridad Pública, porque los custodios señalados son policías preventivos adscritos al “Torito”.

“Por sigilo de la investigación nosotros no pudimos dar conocimiento a los medios, porque teníamos que realizar las detenciones. El tema estaba delicado y lo que querían era detener a esa gente, los empezamos a ubicar, habían salido de su trabajo. Cuando son requeridos por el ministerio público, por una orden de presentación, en virtud de ser un delito grave el ministerio público giró una orden de localización y presentación. A las siete de la mañana que montan el turno, son detenidos con la orden de localización y presentación, los detiene la Policía Judicial y se los llevan para realizar las pesquisas acerca de los delitos de carácter sexual de los que fueron acusados. Posteriormente tengo entendido que ofrecieron dinero a los policías que los detuvieron”, comentó.

El funcionario señaló que todo parece indicar que los delitos denunciados por las dos mujeres no se cometieron, pero aún así el personal a su cargo fue suspendido.

“Independientemente la investigación ya arrojó que no fueron abusadas sexualmente, ya la investigación dio un giro diferente que ellos participaron, pero el personal no deja de ser responsable del abuso de autoridad y por cuestiones administrativas de igual forma. Ya están suspendidos”, expresó.

Reyes Marrufo aseguró que el personal con que cuenta el Centro de Retención Municipal ya se encontraba ahí cuando él tomó el mando, y negó que Angel Alpuche González fuera conocido suyo o impuesto por él como supervisor de turno.

“Es totalmente falso, porque yo dejé de ser director del Cereso hace siete años, yo no lo conocía, es un supervisor de turno, no es un funcionario de rango dentro de la estructura del Centro. Era personal que ya estaba, refieren inclusive tener de seis a siete años laborando para Seguridad Pública y cuando se abrió el Centro fueron adscritos a el, yo no lo conocía hasta que llegué al Centro de Retención. Nunca tuvimos contacto porque ellos son los celadores que están realizando el trabajo en las celdas, es un supervisor de turno nada más”, dijo.

Finalmente, comentó que el proyecto de las cámaras de seguridad al interior del “Torito” continúa, pero se detuvo por los cambios que se tuvieron que hacer en la instalación eléctrica.

“Ya comenzamos la instalación de cámaras desde hace 15 días dentro del lugar, yo había avisado de ese tema, realmente ya había iniciado el proyecto, pero la instalación eléctrica era muy precaria.

No se ha concretado, es de como 40 días porque la instalación eléctrica era precaria, se tuvo que cambiar y vamos por partes, pero desgraciadamente se presentó esto” puntualizó.
En este caso si bien las primeras investigaciones han arrojado que no se dio tal violación ni abuso sexual, si resalta el hecho de que los mismos celadores usen el “Torito” para saciar sus instintos sexuales.

Como se explica en nota aparte, al parecer las mujeres que denunciaron consintieron una de ellas a tener relaciones sexuales con uno de los celadores y la otra, practicó sexo oral también a un celador, a cambio de 40 pesos para su taxi. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

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