CANCÚN, MX.- En plena rehabilitación por su adicción a las drogas y al alcohol se encontraba Josué Javier Meza Bacelis, de 19 años de edad, estudiante de preparatoria que fue asesinado al estilo del crimen organizado la mañana del 24 de diciembre y encontrado cuatro días después en la Región 253.

Lo anterior forma parte de las declaraciones de su padre, quien después de realizar los trámites correspondientes, reclamó su cuerpo ante el Ministerio Público del Fuero Común.

La Policía Judicial del Estado (PJE) ya se encuentra investigando dentro del círculo familiar y de
amigos del ahora occiso para poder establecer un móvil en su asesinato.

La Procuraduría General de Justicia del Estado informó que el cuerpo de Josué Javier Meza Bacelis fue entregado a sus padres, después de que realizaran los trámites correspondientes.

De acuerdo a la declaración ministerial de Javier José Meza López, padre del joven occiso, manifestó que la tarde del sábado elementos de la Policía Judicial del Estado (PJE) se comunicaron con él vía telefónica, para informarle que habían encontrado un cuerpo sin vida que coincidía con las características físicas de su hijo.

Meza López había denunciado la desaparición de su hijo desde el 24 de diciembre, cuando éste no regresó a su casa.

Al momento de denunciar, el hombre dijo que su hijo contaba con 19 años de edad, que era originario del estado de México y que era estudiante de preparatoria.

También dejó asentado en el acta circunstanciada 2141/2013, que anteriormente, su hijo era adicto a las drogas y al alcohol y que actualmente se encontraba en rehabilitación y que incluso acudía a un grupo de Alcohólicos Anónimos.

En cuanto a su desaparición, dijo que a las 21:30 horas del 23 de diciembre, fue a dejarlo a la casa de un amigo a la calle Bacalar (sin precisar supermanzana), pues al parecer irían a una fiesta y que regresaría a las dos y media de la madrugada.

Cuando llegó la hora acordada, el joven no llegó a su casa y fue hasta las 11:00 horas del día 24 de diciembre, cuando salió a buscarlo y regresó al lugar donde lo dejó la noche anterior.

El amigo con el que su hijo se vería, le dijo que la noche anterior Josué Javier le mandó un mensaje de texto a su teléfono celular, diciéndole “estoy afuera, abre la reja de tu casa para entrar”. Sin embargo, cuando salió a abrir la puerta, su amigo no se encontraba ahí.

Javier José Meza López continuó buscando a su hijo hasta llegar a casa de unas amigas, quienes le dijeron que se quedaron de ver con Josué Javier la noche del 23, pero éste no llegó.

Una de las jóvenes comentó que el día anterior, en casa de otro amigo, el hoy occiso se hizo de palabras con una persona del sexo masculino, pues se le extravió su celular en el interior de la casa.

El padre del joven ejecutado buscó a dicho sujeto, sin poder obtener razón sobre el paradero de su hijo, buscándolo en hospitales, la cárcel y hasta en el “Torito”, sin tener éxito.

Fue por ello que se presentó ante el Ministerio Público del Fuero Común para denunciar su desaparición, hasta que le informaron que un cuerpo con un tatuaje de águila con la leyenda “Hecho en México” había aparecido y su corazón se estrujó pues sabía que se trataba de su hijo. Fue él quien lo identificó en el Servicio Médico Forense (Semefo) e hizo los trámites correspondientes para reclamar su cuerpo y darle sepultura.

En tanto, la Policía Judicial del Estado (PJE) continúa investigando esta ejecución, y por ello ya iniciaron las entrevistas entre los círculos de amigos y de familia del joven asesinado, para dar con el móvil de este homicidio.

Para las autoridades, el hecho de que los dedos de la mano derecha del joven ejecutado hayan sido amputados, es una probable señal de que se haya quedado con dinero o incluso con drogas; pues es una forma en que la delincuencia organizada deja asentados sus ajustes de cuentas, para dar un “escarmiento” a quienes cometen alguna falta similar. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

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