Quién lo diría. Que Julián Ricalde sería como Carlos Canabal, y Roberto Borge, la reedición de Francisco Alor.

Y es que siete años después, se vuelve a repetir la historia del Plan de Desarrollo Urbano (PDU).

Semanas antes de dejar el poder, como alcalde interino, Carlos Canabal, y su denominado cabildo “patito”, hicieron un PDU a la medida de sus amigos empresarios.

Sin embargo, cuando Francisco Alor asumió como Presidente Municipal, vetó el PDU de Canabal.

Y tal como ocurre ahora, se armó tremenda campaña mediática con aquel PDU con los mismos alegatos, como “sobredensificación”, “privilegios”, y “daño al crecimiento de Cancún”

Pero el “veto” de Alor al PDU de Canabal fue sólo temporal.

Finalmente el PDU aprobado por el cabildo “patito” se mantuvo vigente y la cosa se redujo a una oleada mediática para ablandar no solo el ex alcalde interino, sino a los empresarios que acordaron con Canabal.

Y la historia concluyó cuando los empresarios que acordaron con Canabal, tuvieron que dar una ‘segunda vuelt con Alor.

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