Pasan los días, las semanas y los meses y en el PRD no hay para cuándo empiece la operación cicatriz.
Pero la fractura en el PRD no es efecto de los resultados de los comicios de 2013, sino de hecho, uno los motivos de la debacle electoral de este partido, es que llegó completamente dividido.
Y este proceso de fracturas continúa, no solo con escisiones a Morena, sino también dentro de las mismas corrientes perredistas.
En Quintana Roo la corriente dominante de los últimos años ha sido Alternativa Democrática Nacional (ADN) y también, en esta expresión, hay resquebrajamientos.
El ex regidor y presidente del Consejo Estatal del PRD, Sergio Flores, decidió dar un paso al costado de ADN para sumarse a Izquierda Democrática Nacional (IDN) de René Bejarano y Dolores Padierna.
A pesar de que esta corriente es muy aguerrida en el contexto nacional, algunos de los dirigentes de IDN en la entidad, como Hugo González Reyes, Alonso Ventre y Raúl Arjona, se les señala de tener tratos bajo el agua con el Gobierno estatal.
Sergio Flores tendrá que trabajar doble: sacar adelante a IDN en la entidad, superando no solo a ADN, sino también a Nueva Izquierda (ID), y desvincular a esta corriente de la órbita oficial.