CANCÚN, MX.- Ante una posible reacción o reacomodo por parte del crimen organizado en todas y cada una de las plazas donde tiene presencia el Cártel de Sinaloa tras la captura de Joaquín “Chapo” Guzmán Loera, entre estas Quintana Roo, las autoridades policiaco-militares, se mantendrán atentas para actuar y garantizar la paz social.
Y es que, ante la evidencia de que en varios municipios del estado existe presencia del Cártel de Sinaloa, específicamente de sicarios denominados “Los Pelones”, quienes podrían sufrir algún reacomodo de manera interna o en su caso, tener una reacción en represalia por la captura del capo, la alerta se mantiene encendida.
Es por ello que los operativos que se han efectuado en semanas anteriores entre elementos de la Policía Federal, Ejército Mexicano y Secretaría de Marina, se podrían incrementar de un momento a otro, sobre todo en Cancún y Puerto Morelos, además del sur del estado, donde hay pruebas claras de la presencia de miembros del Cártel de Sinaloa.
Pruebas de la presencia del Cártel de Sinaloa en Cancún han sido documentadas en reiteradas ocasiones y una contundente, es cuando fue ejecutado en un restaurante de comida japonesa de la plaza Solare (frente a la Plaza de Toros), Miguel Angel Rodríguez Olivera, el 18 de agosto del 2011.
Este sujeto, resultó ser miembro de la banda denominada “Los Güeros” dedicados al lavado de dinero asociada al Cártel de Sinaloa de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.
En diciembre de ese mismo 2011, la Policía Federal detuvo en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México a Luis Rodríguez Olivera (a) “El Güero”, por quién Estados Unidos ofrecía una recompensa de cinco millones de dólares.
Luis resultó ser hermano de Miguel Angel Rodríguez Olivera ejecutado en Cancún, y ambos, junto con Esteban y Daniel, conformaban la banda de “Los Güeros”, dedicada al tráfico de drogas a Estados Unidos y al lavado de dinero para Joaquín Guzmán Loera (a) “El Chapo” y Cancún, era uno de sus puntos de operación.
Cuando fue ejecutado Miguel Angel Rodríguez Olivera, primero se dijo que se llamaba Miguel Angel Gutiérrez Sánchez, pero conforme avanzaron las investigaciones y sobre todo porque aún con vida fue trasladado al hospital Galenia, ahí su esposa de nombre Sharon Quintana Muro, reveló la verdadera identidad.
De hecho, tanto con el nombre de Miguel Angel Gutiérrez Sánchez como de Miguel Angel Rodríguez Olivera, aparecieron identificaciones del Club de Golf Yucatán, A.C. y una licencia de conducir expedida en Mérida.
Este hecho contundente deja en evidencia la presencia de miembros del Cártel de Sinaloa en Quintana Roo, y a menor escala, son los sicarios denominados “Los Pelones”, quienes se encargan de la venta y distribución de drogas y quienes mantienen una férrea disputa con miembros de “Los Zetas” que ni en alianza con el “Cártel del Golfo”, han logrado sacar de operaciones a sus contrincantes.
Cabe señalar que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, en el 2011, identificó a Miguel Angel Rodríguez Olivera, como operador financiero de Joaquín “El Chapo” Guzmán, hecho que con su fallecimiento, fue confirmado por el procurador de Justicia del Estado de Quintana Roo. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)
LOS ‘PELONES’ DEL CÁRTEL DE SINALOA SE DIVIDEN LA RIVIERA MAYA CON EL CÁRTEL DE GOLFO
PLAYA DEL CARMEN, MX.- Los grupos delictivos de “Los Pelones” pertenecientes al Cártel de Sinaloa y Cártel del Golfo (CDG) dominan la zona turística y de playas de este importante polo vacacional de la Riviera Maya, en pactos entre los grupos rivales para evitar enfrentamientos acordaron operar cada quien en una parte sin invadir el área del otro, lo que ha mantenido una relativa paz en este municipio.
En lo que respecta a la emblemática calle 12, conocida como zona de antros, por la gran cantidad de bares y centros nocturnos que alberga, la comparten “Los Pelones” y el Cártel del Golfo, debido a que tiradores de ambos grupos, entran a los establecimientos a buscar clientes y ofrecer las drogas que comercializan.
“Los Pelones”, también conocidos como “Los Tatuados” operan del muelle fiscal, Terminal Marítima Navega, hasta la calle 8, en donde cuentan con varios puntos en los que comercian estupefacientes incluso con jaladores, los negocios de tatuajes son la caratula, así como vendedores ambulantes de puros, quienes ofertan más que simples imitaciones de Habanos de mala calidad a los turistas.
En dos ocasiones han llegado policías turísticos hasta un negocio de tatuajes ubicado en la Quinta Avenida, entre la Juárez y la calle Dos, donde han decomisado grandes cantidades de droga y detenido a varios narcotiradores.
Aparte de la venta de drogas, también se encargan de cobrar por derecho de piso a comerciantes, asegurándoles que si entran con ellos, ni fiscales ni policías los molestarán.
Por su parte el Cártel del Golfo controla desde la calle 8 hasta Coco Bay; varios sujetos se desplazan de extremo a extremo de esta zona vigilando que no entren narcotiradores del grupo rival, al mismo tiempo acomodan su producto entre los bañistas, se sabe que a diario desayunan y comen en los clubs de playa Mamitas y Kool Beach.
También se encargan de controlar a los vendedores ambulantes de alpaca en las zonas hoteleras de Playacar y de la calle 88 a Punta Esmeralda, lugar que han convertido en tierra de nadie.
Y es que a este paradisiaco lugar no entran ni elementos de fiscalización ni policías turísticos o preventivos.
Los mismos alpaqueros de la zona cuando llega algún vendedor nuevo le informan como está el negocio, tienen que alinearse con el Cártel del Golfo, pagar una cuota de 200 pesos diarios por vender la imitación de plata, además de cargar con droga y ofrecerla a los turistas que la soliciten, de lo contrario son obligados a dejar estas zonas de la playa.
La indicación es que tienen que reportarse con el encargado de la plaza de quien lo único que se sabe es que viene de Cancún y se mueve en una camioneta roja.
Pese a que se mantiene una aparente tranquilidad, ambos grupos no dejan que entren vendedores independientes, también llamados chapulines, mismos que si son detectados de inmediato les ajustan cuentas. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)