En medio de un claro divisionismo al interior de las filas del partido tricolor y un escaso poder de convocatoria entre sus afiliados, este sábado 22 se efectuó el cuarto Consejo Político Estatal del PRI para ratificar al chetumaleño Pedro Flota Alcocer como líder estatal de ese partido, a pesar de sus precarios resultados y de un recinto que solo estaba al 60 por ciento de su capacidad, donde muchos de los asistentes ni siquiera tenían poder de voto ya que tan sólo eran los típicos acarreados de este tipo de eventos.
Los resentimientos al interior del partido son lo que han desencadenado esta fragmentación que ocasionó un claro ausentismo por parte de los afiliados del PRI, ya que en palabras de los mismos asistentes la dirigencia estatal los ha descuidado, les ha cerrado las puertas y solo le ha dado cargos –dígase delegaciones o puertos de segundo y tercer nivel – a políticos que se denominan borgistas pero que realmente no están alineados al plan sexenal que tiene puesto en marcha el gobernador.
No hay unidad de partido. Se percibe el divisionismo en el ambiente, no hay cohesión, esa misma que junto con la brillante labor del primer priista del estado le dio el carro completo al PRI en las pasadas elecciones. Muchos se sienten desilusionados por la forma tan déspota en la que fueron tratados por parte de la dirigencia que encabeza Pedro Flota.
Y es que si no fuera porque un par de asociaciones juveniles priistas llevan casi obligados a un buen número de jóvenes al salón Real Maya del Hotel Holyday Inn, el evento hubiera sido más gris de lo que fue, y prácticamente se hubieran visto forzados a invitar a los boleros, vendedores y señoras que ofertan sus caricias en el Mercado Viejo para que les echaran porras a los “destacados” priistas que arribaban al lugar, dígase Alonso Ovando, Abuxapqui, Morcillo, Raymundo King etc…
Cabe destacar que el evento careció de la presencia del grupo político identificado con la familia Joaquín, siendo la única presente de este grupo la chetumaleña Mary Hadad, haciendo más palpable lo desintegrada que se encuentra la base priista pero… ¿a qué se debe esto?
Simple y sencillamente a la mediocre gestión al frente del tricolor de Pedro Flota, quien quedó noqueado por el PRD en las pasadas elecciones federales al no poder darle el triunfo en nuestro estado al actual presidente Enrique Peña Nieto.
Urge una renovación. Pedro Flota no es factor de unidad y sus inútiles acciones podrían darle un susto al PRI en las próximas elecciones para elegir a los diputados federales, y en un descuido podría poner en peligro la sucesión de la gubernatura en el 2016, situación que mancharía la histórica gestión que ha hecho el gobernador Roberto Borge como el primer priista del Estado.
Pedro Flota ha fracasado como operador político, una base dividida no podría hacer frente al descontento generalizado que hay en contra de los diputados federales del PRI, ¿cómo podría unir de nuevo la maquinaria priista si nadie confía en él? Porque es evidente que la base priista ya está harta de él y buscan a alguien que garantice los intereses de sus agremiados y no solo la de sus amigos, familiares y demás achichincles.