“Paco vivió como quiso y murió jugando con sus hijos al lado del mar”, dice el comunicado de la familia del guitarrista en el que informa de su muerte este miércoles a los 66 años. Ese mar era el mar de Caribe, donde el artista regresaba una y otra vez desde hace más de 20 años. Paco de Lucía encontraba en la costa mexicana un lugar en el que descansar después de sus giras, cerca de la abarrotada ciudad de Cancún pero apenas explotado. “[El sol] es el más bonito que haya visto nunca. En los días claros, de sol, cuando hay viento de norte, el agua es una belleza”, dijo el músico flamenco. “Yo me he pasado 20 años soñando en Madrid y en mi vida que llegaran las vacaciones para venir aquí. Para mí era desconectar del mundo y pasar a un estado mágico”.
Hace muchos años que el músico comenzó a visitar la costa este del país para alejarse de la fama. Compró una casa en Playa del Carmen pero la zona empezó a crecer hasta que se convirtió en uno de los principales focos turísticos del país. “Hace 30 años, Playa del Carmen era un pueblecito de pescadores con cuatro cabañas, cuatro fruterías y unos cuantos locos que venían de Italia o de España. Era el sitio ideal para relajarme después de la vida que llevo, tan intensa con tantos conciertos y tantas responsabilidades. Son palabras del propio guitarrista recogidas en el documental Francisco Sánchez, Paco de Lucía, dirigido por Daniel Hernández y Jesús de Diego. En él, aparecen varias imágenes del Paco de Lucía en sus estancias mexicanas. “Me pasaba el año entero de gira contando los días que faltaban para venir a México a pescar y a desligarme de todo aquello”.
Pero la afluencia de turistas hizo que Playa del Carmen dejara de ser ese lugar tranquilo que el guitarrista necesitaba, por lo que decidió vender su casa y buscar otra más alejada cerca de Tulum. “Era su refugio. Le gustaba vivir ahí, un poco aislado”, ha dicho a EFE el cónsul honorario de España en Cancún, Javier Marañón. “Hacía sus giras (…) y después, en cuanto podía y acababa, se venía a refugiar en su casa”, añade. “A él le gustaba mucho su privacidad”, cuenta el cónsul, que está trabajando en los trámites para repatriar el cuerpo del artista andaluz a España.
Marañón informó de que el cuerpo del artista se encuentra en una funeraria en Cancún. “El problema para repatriarlo a España es que el único vuelo directo desde Cancún no sale hasta el viernes. Las otras opciones que barajamos son la de transportarlo haciendo escala en la Ciudad de México o Miami y utilizar un avión privado, ya que hay mucha gente dispuesto a ayudarlo”. En este sentido Marañón ha precisado que el asunto económico está resuelto entre el Gobierno de España y el seguro que De Lucía tenía en la SGAE.
En palabras del cónsul, la familia del músico se encuentra “muy afectada” y permanece en la casa que el artista poseía en la zona. En especial, su esposa Gabriela ha expresado que su fallecimiento ha sido algo “inesperado”. Los reyes de España le han enviado un telegrama para hacerle llegar su pésame. Paco de Lucía tenía dos hijos y una esposa mexicanos.
Paco de Lucía escapaba a México. A pesar de pasar largas temporadas aquí, apenas ofrecía conciertos. No era un lugar al que fuera a trabajar sino a disfrutar; dicen sus allegados que le gustaba bucear y pescar en las aguas cristalinas que bañan la Península de Yucatán. “Agarro lo que me hace falta para comer y yo ya no pesco más”, cuenta en el documental – rodado entre España y México – en el que aparece en su casa mexicana, paseando por la playa y nadando con tortugas.
El pasado mes de octubre se reencontró con su público mexicano después de 15 años sin actuar. En Distrito Federal llenó el Palacio de Bellas Artes y el Auditorio Nacional. Después viajó a Colombia. Y de vuelta a México donde, según dice el productor Javier Limón, “estaba porque quería grabar un disco de flamenco”. (Fuente: El País)
PACO DE LUCÍA, UN DOCUMENTAL