CHETUMAL, MX.- El asesinato del regidor del municipio de Othón P. Blanco Marco Antonio May Molina, se presentó en una coyuntura política de distanciamiento con la dirigencia del Partido del Trabajo (PT), justo cuando alcanzaba mayores proporciones el conflicto con los miembros de la Comisión Ejecutiva Estatal.

Hay que dejar claro que hasta el momento la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) no ha oficializado una línea de investigación que apunte al móvil político en este crimen, ni se señalan como sospechosos a miembros del partido, pero no deja de ser importante dar a conocer al lector revelaciones sobre el ambiente de animadversión que se había fincado en contra de May Molina desde la dirigencia estatal del PT, hechas por el propio regidor a representantes de esta casa editorial en diversos momentos.

Entre las revelaciones que el concejal othonense hizo en meses anteriores están que había sido amenazado de muerte por el militante petista Gerardo Alfaro Calvo, cercano colaborador de los dirigentes Mauricio Morales Beiza y Hernán Villatoro Barrios, con quienes May Molina tuvo diferencias públicas, las cuales se habían recrudecido en la semana anterior; pero nunca procedió penalmente contra el sujeto.

Asimismo, hay que mencionar que el beneficiario directo de esta muerte es Miguel Ángel Morales Beiza, hermano de uno de los dirigentes estatales del partido, Mauricio Morales Beiza, ya que asumirá el cargo de regidor por ser el suplente del fallecido.

El regidor constantemente era presionado y criticado en medios de comunicación por Mauricio Morales Beiza y durante la semana pasada el presidente del partido, Hernán Villatoro Barrios, declaró públicamente que expulsaría a May Molina.

Desde finales de 2013, Marco May expuso ante reporteros del Por Esto! de Quintana Roo! que el distanciamiento con la dirigencia del PT era producto de una campaña donde lo señalaban de “traidor” y que lo expulsarían del partido, lo cual se presentó casi desde el momento en que asumió el cargo como décimo quinto regidor, pues no congeniaba con los intereses y forma de hacer política de la dirigencia, que de manera conjunta encabezan Hernán Villatoro Barrios y Mauricio Morales Beiza.

Señalaba que no estaba de acuerdo con las presiones que ejercía Mauricio Morales Beiza, quien le pedía “golpear” constantemente al presidente municipal de Othón P. Blanco, Eduardo Espinosa Abuxapqui, en los medios de comunicación, con la finalidad de lograr algún acuerdo económico que favoreciera al partido.

De hecho, también existía una presión por incluir en la nómina de sus asistentes a personal del PT, lo que provocó un conflicto, pues mientras Marco May tenía un equipo de trabajo, le impusieron añadir a algunas personas, que simplemente cobrarían durante la administración, como fue el caso de su suplente, Miguel Ángel Morales Beiza, quien cobra como asistente en la Comuna 2 mil pesos quincenales.

Por estas diferencias es que fue catalogado como “traidor” y uno de los militantes que más lo señalaba, era precisamente Gerardo Alfaro Calvo, quien le enviaba mensajes con insultos y amenazas a su teléfono celular.

y amigos del regidor aseguran que también existían amenazas de muerte dentro de estos mensajes enviados por Alfaro Calvo.

Esta rispidez al interior del PT propició que May Molina no se acercara a las oficinas, del partido en Chetumal, ubicadas en la avenida Insurgentes, donde la dirigencia le pedía que atendiera sus asuntos, y prefirió trabajar en su cubículo del Área de Regidores del Palacio Municipal, donde se le veía todos los días.

El concejal externó en diversas ocasiones que no comprendía el fondo del asunto por el cual tanto el actual diputado Hernán Villatoro Barrios como el exdiputado Mauricio Morales Beiza, constantemente usaban los medios de comunicación para atacar al concejal de Othón P. Blanco, y no abordaban de frente qué problema tenían contra su persona, ni platicaban con el sobre los temas municipales para fijar posturas.

Es necesario mencionar que, dentro de las ultimas pláticas de representantes del Por Esto! de Quintana Roo con Marco Antonio May Molina, este externaba estar cansado de este golpeteo mediático de quienes dirigen al PT en Quintana Roo, Hernán Villatoro Barrios y Mauricio Morales Beiza, al grado que analizaba renunciar al partido, por el actuar incongruente de la dirigencia, y por el desprestigio a su persona que se realizaba con los militantes en los municipios del sur de la Entidad.

Incluso, comentó que gente del Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) se le había acercado para proponerle que en el caso de que renunciara al PT, tendría las puertas abiertas en esta agrupación política, al momento de constituirse como partido político.

Es necesario mencionar que apenas el pasado miércoles, dos días antes de ser asesinado, Marco Antonio May expresó a un reportero de esta casa editorial que le disgustaba el discurso de “doble moral” del dirigente del Partido del Trabajo, Hernán Villatoro Barrios, porque este expresaba que lo expulsarían del PT, por tomar medidas contrarias a los principios del partido, teniendo como motivos que Marco Antonio May aprobó el adelanto de participaciones de la Comuna de Othón P. Blanco por 80 millones de pesos y, recientemente, el incremento de un peso a la tarifa de transporte urbano que estaba vigente desde hace seis años.

En comentarios sobre esos señalamientos de Villatoro Barrios, May Molina descalificaba los señalamientos del dirigente, señalando que el diputado avaló en el Congreso del Estado el aumento de las tarifas del agua potable y manifestó su respaldo al trabajador del Gobierno del Estado, Harley Sosa Guillén, para ser presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.

Al final, otras de las cuestiones que también es un hecho que forma parte del contexto de este crimen es que el beneficiado con la muerte de May Molina es Miguel Ángel Morales Beiza, hermano del miembro de la Comisión Ejecutiva Estatal del PT, Mauricio Morales Beiza, quien era de los que más “golpeaba” mediáticamente el desempeño del regidor asesinado.

Asimismo, hay que señalar que familiares y amigos del concejal pidieron que no se permitiera la presencia de ningún miembro del Partido del Trabajo en su velorio y exequias, precisamente por los conflictos que existieron con ellos. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

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